nazionalismo


Nunca han tenido sentido del ridículo. Ahora, para pretender ser alguien, organizan … ¡actos de disolución! Como si fuera la firma de un  acuerdo, pero sin interlocutor. O sea, como si fueran alguien, pero sin serlo.

Iñaki Gabilondo pide una «moraleja compartida». Sostiene (se ha caído del guindo) que no podrá haber un «relato común». Y asegura que al menos debe haber una moraleja compartida. En concreto, que las ideas no se defienden matando.

No queda muy claro qué quiere decir Iñaki cuando dice «compartido». ¿Compartido entre los etarras y asociados, y los ex-asesinables? ¿O sea, entre dos mitades aproximadas de vascos, divividos por su actitud ante el asesinato de niños y otros inocentes? Pues entonces no se entiende por qué la disolución de la bestia le parece una buena noticia. Ni siquiera una noticia. No había nadie que no supiera que ya no le sacaban rédito al asesinato, y que por eso no lo hacían. Tampoco había nadie que esperara que volvieran a la práctica que les define. Vaya, que lo esperara como evento probable en el corto plazo. Simplemente por la cuestión de no sacarle partido. Los incentivos. Y a plazo más largo nadie puede saberlo; la cacareada «disolución» no cambia nada al respecto.

Pero la pantomima tiene todo que ver con la «moraleja Gabilondo». Supone su más radical negación, dado que explican bien claro que no se trata de un asunto moral sino de un asunto de «ciclos». Hay unas veces que sí y otras unas veces que no. Y ahora entramos en una de las que no. Pero de una forma un poco misteriosa, porque no depende de ningún detalle observable, tal y como lo exponen, sino de la mera voluntad (¿ánimo, conocimiento?) de los pistoleros. No es un ciclo natural, es un ciclo de los asesinos. Y se les ha acabado este ciclo. Afirman. Como si no lo supiéramos si no lo contaran. Y como si la policía no tuviera nada que ver.

Y sin embargo la moraleja de Gabilondo es la buena. Siempre ha sido la buena, aunque ni esté siendo compartida, ni vaya a serlo. No se trata de disculpas (parciales, o no) ni de lágrimas de cocodrilo. Se trata de si comprendemos que no se asesina, ni con ciclo ni sin él; o no lo comprendemos. Y cuando esta elemental idea no es compartida, como es el caso, se trata de quién la comparte y quién no. Por ejemplo, los que participan de la payasada, y los que mandan sus albricias, son de los que no. Porque creen en los ciclos, sin moraleja. Y sin policía, sin la que nunca hubiera llegado el final del ciclo.

Y es por eso que esto no «disuelve» nada. Las innumerables víctimas lo seguirán siendo, sin disolución alguna. Y casi se quedan peor tras la ridícula payasada, porque han perdido toda esperanza de que al final del tunel la sociedad vasca -y no poca parte de la española- mejorara y saliera del abismo. Al asumir: no debimos asesinar, ni aplaudirlo, porque eso no son formas de discusión política. Las víctimas siguen siendo víctimas; los ex-asesinables, cuya condición depende del ciclo, lo son en función de voluntad ajena; y los ciclistas siguen siendo ciclistas. ¿Que es lo que se ha «disuelto», exactamente? Los ciclos, no.

El #Kindergarten, como siempre, enternecedor. La gran disculpa de los asesinos es que una vez hubo un tal Franco, y tú ya sabes. Y por eso ocurrió lo que ocurrió, décadas después. El ciclo. Pero ahora nos subimos a una tribuna a largar una fantochada, y es como si activáramos un interruptor con el que el mundo empieza de nuevo, virgen. Lo llevan crudo los ciclistas.

Ni es noticia, ni es buena. Y exactamente por lo que dice Gabilondo que debería ocurrir, y ni de coña va a pasar. La moraleja que no habrá.

Fuente, Twitter:

La prensa está reflejando el último comunicado etarra. Todos destacan lo del perdón a las víctimas y el reconocimiento del daño causado.

eta-lagrimas-cocodrilo

Supongo que están hablando para la gente que cree que las sociedades se pueden organizar con los sentimientos. El kindergarten. Y la prensa en general parece contentarse con eso, en lugar de mirar los principios con los que los asesinos de inocentes encajan esos sentimientos. Y es relativamente fácil. Los etarras, ahora, retrospectivamente, pueden elegir una de dos posturas. O bien comprender que nunca debieron dedicarse a asesinar inocentes; o decidir que el asesinato de inocentes era inevitable, y que lo sentimos mucho y blablabla, pero eso era lo que teníamos que hacer. El comunicado deja claro que se trata de la segunda opción, por mucho que la esconda dentro de una ensalada de lágrimas que avergonzaría a cualquiera que responda a la idea que se solía tener de un vasco.

(ETA) desea manifestar que nada de todo ello debió producirse jamás o que no debió prolongarse tanto en el tiempo, pues hace ya mucho que este conflicto político e histórico debía contar con una solución democrática justa.

obligados por las necesidades de todo tipo de la lucha armada, nuestra actuación ha perjudicado a ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad alguna

Estupendo, porque la necesidad básica de «la lucha armada» (lo que comunmente se conoce por terrorismo) es, precisamente, asesinar -de forma más o menos aleatoria- a gente sin otra responsabilidad que discrepar de sus ideales, para así aterrorizar a todos los discrepantes.  Resulta alucinante la pretensión de que «perjudicar a ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad alguna» fueran «errores o decisiones erróneas». No, no eran errores; era el esquema. Los aterrorizados en Vasquilandia Tremebunda no lo estaban por la posibilidad de un error, sino por la seguridad de que apartarse de la jauría les daba una papeleta en la lotería del terror. Además, son matemáticas. Todos los «errores» eran de la misma cuadra. Y eso se llama genocidio. Tal vez en vascuence sí se llame «error», pero estamos hablando en cristiano.

¿Merece la pena hablar de la ensalada mental del terrorismo vasco? Si se tratara sólo de ellos, probablemente no. Pero ese no es el caso. Se trata de una sociedad que de una forma más o menos mayoritaria va a comprar la macedonia de frutas imposibles. No queda otra, si queremos digerir el aplauso y la comprensión, cuando no la ayuda directa del asesinato de inocentes en el que nunca había el error de equivocarse de cuadra. Con lo que quedamos al albur de que en cualquier futuro posible volvamos a vernos obligados por las necesidades. Con mucha pena y mucha lágrima, pero siempre obligados por las necesidades.

Buen futuro estamos eligiendo.

 

 

 

 

 

otegi-no-blanqueado

El blanqueamiento de terroristas va con retraso, dice Otegi. As su manera de decir las cosas; entre chulesca, amenazante, y kindergarten.

De Europa Press:

la más elementales reglas de cortesía y de respeto exigen que determinadas cosas no se hagan así

nos vota la gente

en estos momentos, lo que convendría es no romper las reglas de entendimiento y menos en público, pero esa es la responsabilidad que han adquirido ellos

Finalmente, Arnaldo Otegi también ha mostrado la disposición de EH Bildu a «hablar con absolutamente todo el mundo».

Traducido. Esta operación de blanqueamiento, que impulsamos junto a los otros nacionalisas étnicos, y junto a los antisistema dispuestos a aprovechar incluso el más sucio etnicismo para joder, va con un retraso que me está empezando a cabrear.

Problema. La bestia puede muy bien estar dispuesta a hablar con absolutamente todo el mundo, después de haber estado dispuesta a asesinar a casi absolutamente todo el mundo. Pero eso no quiere decir que todo el mundo esté dispuesto a hablar con la bestia. Ni que se pueda esperar que ocurra jamás. Y de eso del «entendimiento» ya ni hablemos. No entender a los asesinos es, exactamente, la base de toda sociedad que aspire vivible. El punto de partida, vaya.

Como para explicárselo al cacao mental kindergarten que lleva encima. Reglas de entendimiento, dice el angelito. La sospecha es que piense en vascuence y traduzca mal. Porque entendimiento es, o la potencia del alma que permite discurrir y razonar, o bien una relación amistosa. En el primer caso la referencia es a las reglas de razonar. Y no hay ninguna que diga que en los homenajes a los asesinados deba haber representantes de los asesinos. Es más, la regla del razonar dice que eso no podría ser jamás un homenaje, sino algo muy contrario. Más bien un insulto a añadir a la herida. Y la segunda posible acepción, el entendimiento como relación amistosa, hasta los gatos quieren zapatos.

¿Cortesía y respeto? ¿Y eso por qué, campeón; acaso por miedo? El respeto se gana. Con acciones respetables, no con votos. Y la cortesía se merece. Con cortesía, no con asesinatos ni bravuconadas.

Alguien va a tener que empezar a explicarles a estos malditos chuletas de barra de aldea, etno-nacionalistas bazofia, que no esperen cortesía, ni respeto, ni entendimiento. Nunca, mientras sigan igual. Por razones, obvias, que ni siquiera nos importa si entienden. O mejor dicho, precisamente que no las entiendan es lo que hace que sean como son. Basura. Es la responsabilidad que han adquirido ellos, por decirlo con sus propias palabras.

Fuente

Europa Press:

El último acto de la lavandería de carniceros etarras ha despertado la vieja discusión sobre las derrotas  y las victorias. Ya se sabe que en España somos muy tremendos; poco sutiles. O todo o nada.

Por una parte tenemos a Arcadi Espada, que no suele ser no-sutil. Y no ha defraudado:

La entrega de las armas ha supuesto un fracaso democrático. Tras décadas de luchar contra los intentos de que una banda de asesinos pasara por ser un ejército, de pronto una parte de los demócratas, repartida entre políticos y periodistas, accede a dar ese trato a la banda en su hora terminal.

…/…

Quedan los 300 mil vascos que creen que ETA fue un ejército, cuya lucha tuvo causas, que es la manera sombría y eufemísticamente delincuente con que se dice causas justas, y que consideran que sus gudaris (uf: qué haría la escritura sin la cursiva profiláctica) se sacrificaron y que no fue en vano.

Santiago González replica:

Txema Montero, un conocedor, afirmó en una entrevista en Deia en 2012: «ETA ha sido derrotada por la Guardia Civil». Es justo que así sea: con el terrorismo termina la Guardia Civil, no la Real Academia.

Curioso. González parece pensar que el objetivo de ETA era el terrorismo; que acabado el terrorismo se acaba su objetivo; y que el terrorismo ha desaparecido del universo mental de los separatas vascos. Pero esto es algo que ya explicó bien Von Clausewitz [–>], y que en principio se da por aprendido desde entonces.

Pero incluso aunque se hagan estas dos cosas (la derrota del ejército enemigo y la conquista del territorio) la guerra, esto es,  el sentimiento de hostilidad y acción de los agentes hostiles, no pueden considerarse finalizados mientras la voluntad del enemigo no sea también eliminada.

Espada lo pone en su sitio al hablar del fracaso democrático. Porque, sea cual sea el objetivo imaginario que tuvieran los carniceros en la cabeza, el objetivo del demócrata es desterrar el asesinato como forma de hacer política. Y la lavandería de carniceros supone justamente lo contrario. Al darle forma de ejército derrotado que luchaba en nombre de un pueblo que se siente oprimido, lo que haces es establecer que -esta vez- ese ejército no ha ganado. Pero lo que NO has hecho es establecer la inmoralidad básica de su acción. Te has limitado a retrasar en el tiempo ese tipo de solución. Y tienes, como señala Espada, a 300.000 tipos muy orgullosos de los asesinatos; y a un porcentaje realmente acojonante de la población española no demasiado alejada de esa idea.

Yo también le llamaría a eso un fracaso democrático.

También se puede intentar mirar, no en términos de forma política (el asunto del demócrata), sino desde el objetivo que Santiago González imagina a los carniceros. Digamos, para ser serios, que el objetivo que les imagina es la separación, y no el terrorismo como fin en sí mismo.  Y es bastante difícil pensar que ahora estén más lejos de ese objetivo que cuando empezaron. Y todavía más difícil soñar que los asesinatos de inocentes no tengan nada que ver con esa mejoría de su posición.

¡Hay que joderse con las victorias!

Añadido, algunas horas después. Otegui con Carlin [en El País –>]:

Es más, si uno quiere garantizar la repetición de determinados escenarios lo que tiene que hacer es humillar a la gente.

Los asesinatos no dependen de ser asesinos, sino de los sentimientos que sea que nos despierten los demás. No parece que la filosofía asesina haya salido muy derrotada. Que debiera ser, como dice Arcadi Espada, la victoria del demócrata. Ausente a más no poder.

Al

Se ha celebrado estos días la enésima “consulta” popular sobre la secesión en la fértil vasconia (fértil en descerebrados y odiadores de los “otros”, sean estos quienes sean.)

Cabe señalar que tal y como indican los euskobarómetros de los últimos años cada vez tienen menos eco estas payasadas en las que solo votan quienes apoyan el autismo identitario de Sabino Arana. Algo que ya por si sólo debiera hacer reflexionar a estos descerebrados que palmotean con frenesí cualquier acto en pro de la secesión y la creación de nuevas fronteras donde jamás las hubo. Pero se ve que preguntarse “¿porque la mayoría de mis vecinos no quieren saber nada de esto”? es pedir demasiado esfuerzo a sus escasas neuronas.

Tan solo una cuarta parte mas o menos de la población en la vasconia profunda se presta al paripé de ir a votar secesionismo (según presumen prácticamente el 100% de los que van a votar votan SI, lo cual ya es un buen indicador de la calidad de la consulta) lo que implica que hay una abrumadora mayoría de las tres cuartas partes de los votantes que pasan olímpicamente de la ortodoxia secesionista y sus monsergas, pese a la inmisericorde propaganda que se hace de ello. Y eso en la vasconia profunda, en los pueblos, ya que en localidades mas próximas a la capital, como Arrigorriaga, donde también han montado el show, tan solo una octava parte del electorado ha respondido a la llamada de la selva y se ha acercado a apoyar la kausa.

Seguimos comprobando como demasiados de los hijos de los inmigrantes que vinieron el siglo pasado a trabajar al país de los puros y rh negativo son a día de hoy los mas entusiastas seguidores del patrioterismo euskaldún, ellos que sufrieron en sus carnes el ver como a sus padres (y a ellos) se les tildaba y depreciaba día si y día también de maketos no vascos y escoria de fuera del paraíso aranista, se prestan ahora enfervorecidos al juego de “yo soy de aquí y tu no, español de mierda”, dejándonos en la duda de si sus actitudes obedecen mas al síndrome de estocolmo que hace que por puro instinto de supervivencia te identifiques con quienes te maltratan o se debe también a ese mecanismo que hace que los violadores sean casi siempre gente a la que violaron de niños y de mayores reproduzcan el horror que sufrieron en sus carnes con otros a quienes violan a su vez.

Cuestión ardua para psicólogos y psiquiatras interesante por sus consecuencias prácticas.

Y el caso es que a pesar de que todos los medios nacionalistas se hacen eco de la “konsulta” ninguno da datos de los resultados, con lo que no dejan en muy buen lugar la patochada a la que se prestan. Ni un dato he podido encontrar ni en el Gara en el Deia el día después, tan solo que “abrumadoramente” la gente votó a favor del tiro en la nuca, perdón, del derecho a decidir, (en que andaré pensando). Pero de datos, de %, nada, cero patatero. Hay que creerles con la fe del testigo de jehová y punto pelota oye. Si es que…

Ahora toca el numerito del desarme de los de la bomba lapa, ese inmenso aporte vasco a la cultura occidental, y sus expertos de la paz con sueldo sin retenciones. Con lo fácil que sería pedir perdón por haber marcado a los vascos con el hierro de la ignominia. Pero claro, reconocer que tus gudaris patrios no eran mas que unos psicópatas es cuasi imposible para mentes ancladas en postulados de raza y erreaches.

Una pena. Pero es lo que hay.

Y si les comentas algo te saltan con que el que debes pedir perdón eres tu por la conquista de América de hace seis siglos. Como si ellos fueran marcianos que no tuvieran el mismo pasado que tu, o como si juzgar con criterios actuales los hechos del pasado tuviera algún fundamento, mas si encima se dedican a distorsionarlos y/o a inventarse pasados imaginarios, que parece la moda actual.

En fin, entre neo maoistas podemitas y neo nazis aranistas tenemos que movernos. Hay que joderse en pleno siglo veintiuno.

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