PSOE


Ha sido por boca de Meritxell Batet, pero supongamos que la palabra de la ministra es la del gobierno, y por tanto la del PSOE.

Según El País [–>]

Meritxell Batet, llama a una reforma de la Constitución que reconozca las distintas «identidades territoriales» que a su juicio coexisten en España.

Como «identidad» son los rasgos propios de un individuo, o de una colectividad, que los caracterizan frente a los demás [RAE —>], tratemos de imaginar cómo funciona la operación Batet. Los andaluces son tenidos por graciosos, o al menos los andaluces occidentales. ¿Cómo se mete esa morcilla en la Consti?

  • Esta Constitución reconoce que los andaluces occidentales son graciosos.
  • Andalucía Occidental tiene el derecho a mantener, proteger, y aumentar la reconocida gracia de sus habitantes.

La primera idea, además de ser imbécil, es peligrosa. ¡Porque hay andaluces sin ninguna gracia! ¿Querría decir esa morcilla constitucional que los setas son menos andaluces? ¿Qué otra cosa podría significar?

La segunda idea es aun peor. Implicaría hacer graciosos a todos los andaluces, o al menos intentarlo. Algo como Trump con los verdaderos valores americanos, en versión hispana castiza.

A las «identidades» Batet añade otros dos adefesios:

Una de las grandezas de España es que tiene distintas identidades, y lenguas y culturas. El reconocimiento de esas identidades tiene que estar en el texto constitucional.

Bueno, España todavía no tiene «identidades territoriales». A pesar del PSOE, y a Dios gracias. Tú pillas a españoles de sitio distinto y con la cultura suficiente como para no tener acento (antes era fácil, hoy no tanto), y no puedes decir de qué «identidad territorial» son. En absoluto, y mientras Batet no triunfe. Pero distintas lenguas y culturas las tienen todos los países del mundo a partir de cierto tamaño. Todos; sin excepción. Así que eso no es una grandeza de España, sino una grandeza del tamaño (superficie, población). Y Batet (el PSOE) es tonta del culo, o se lo hace.

Pero venga; pongamos las «culturas» en la constitución, como proponen. El problema es que las «culturas territoriales» son, por definición, puto folclore. Los coros y danzas de Franco. La cultura con mayúsculas, la de verdad, se caracteriza por no tener fronteras ni territorios. Al contrario, es exactamente esa capacidad de traspasar las barreras locales lo que define la cultura por contra del folclore. La sardana es folclore; un coñazo que nadie aguanta fuera de Cataluña. El vals es cultura. Y la diferencia viene, precisamente, de la falta de territorialidad de la cultura, y de la triste condición de «territorial» del folclore.

Pero vayamos al caso práctico. El PSOE y su nueva constitución, a propuesta de Batet.

  • En Madrid se baila el chotis, y las autoridades públicas tienen derecho a señalar a los que no muestren la debida emoción y respeto reverencial por el mismo. Como medida para salvar el baile local, y darle la completa «territorialidad» que esta Constitución le otorga. Por otra parte nadie podrá bailar el chotis fuera de la Comunidad de Madrid, a no ser gente expatriada originaria de ella. So capa de «apropiación cultural».

La territorialidad de las lenguas, supongo, consistirá en obligar a todos los asturianos a dominar el bable normativo (están a punto de crearlo), y a hablarlo cuando se les requiera.

Y toda esta payasada, aunque lo disimulan, es la solución de Tóntez a lo que se llama en España el problema catalán. Que los demás aprendamos bable. O vascuence. Manda cojones el PSOE.

Vascuence por saco

LA AGONÍA DE UN PSOE SUICIDA

Luis Bouza-Brey, 22-5-17

Comentario a «La victoria de Pedro Sánchez es pírrica y beneficia al PP y a ciudadanos», de Francisco Rubiales en «Voto en blanco».

El PSOE se ha bebido la cicuta Pedro Sánchez, y a partir de ahora comienza una agonía cuyas convulsiones crecerán por momentos, desde las elecciones para su Congreso, los resultados de las votaciones de las ponencias, la designación de candidato a la Presidencia del Gobierno, las votaciones del Grupo Parlamentario socialista, y las elecciones a Cortes Generales, que constituirán el último suspiro de un PSOE autoconducido a la marginalidad por su estupidez reincidente.

La probable aproximación de la dirección sanchista a Podemos y el etnicismo catalán, por obra del PSC, le llevarán a la tibieza e indefensión frente al independentismo y a la preparación de un movimiento combinado con ambos para derribar a Rajoy.

Todo ello hará que Rajoy, si abandona el pasmo algún día, disuelva las Cortes antes de que esté en trámite una segunda moción de censura. Los resultados de las nuevas elecciones enviarán al PSOE al infierno y es posible que impulsen un nuevo comienzo de aquél, aunque, entretanto, se desarrollará una situación endemoniada en la que los socialdemócratas votantes del PSOE se quedarán sin opciones de voto:
¿van a votar a CIUDADANOS y su «liberalismo progresista» que se aleja de la socialdemocracia?; ¿Al PP y su «señoritismo» conservador, al que le tiene sin cuidado la clase media y trabajadora en sus políticas económicas?; ¿A PODEMOS y su neocomunismo tercermundista, dispuesto a enviarnos fuera de Europa, al subdesarrollo colectivista?

Quizá haya llegado el momento del CINC y demás plataformas de centro-izquierda, que deberían dar la batalla por el espacio político abandonado por el PSOE y CIUDADANOS y por la absorción de posibles fugas de militantes y cuadros del PSOE que huyan del suicidio corporativo.

Se abre un período frenético y convulso del sistema político español. Pongamos, todos, los cinco sentidos en su gobernación: estamos condenados a buscar siempre la solución menos mala, no la mejor. Quizá sea el destino del país.

LA VICTORIA DE PEDRO SÁNCHEZ ES PÍRRICA Y BENEFICIA AL PP Y CIUDADANOS

FRANCISCO RUBIALES en «Voto en Blanco» del 22-5-17

http://www.votoenblanco.com/La-victoria-de-Pedro-Sanchez-es-pirrica-y-beneficia-al-PP-y-a-Ciudadanos_a6834.html

Los rostros hablan: Pedro exultante y Susana humillada

Dicen que se avecina una purga memorable, que Pedro Sánchez va a acercarse a Podemos y que pronto presentará una moción de censura contra Rajoy para ser fiel a ese «No es No» que le ha conducido hasta la victoria, pero si hace eso, Pedro Sánchez cavará su tumba política y será también el sepulturero del socialismo español.

La única política que puede salvar al PSOE es precisamente la que patrocinaba la derrotada Gestora, la moderación, el centrismo, la lucha contra la corrupción, la cautela ante Podemos y la firmeza en la defensa de España ante el riesgo de ruptura que representa el independentismo catalán.

No es fácil, pero Pedro Sánchez debería demostrar su madurez entendiendo que más que una victoria suya, lo que él ha cosechado es fruto de la derrota de Susana Díaz, una mujer que no reunía las condiciones mínimas para ser candidata a secretaria general del PSOE por tres razones principales: por ser andaluza, por ser escasamente atractiva como líder y porque representa a un socialismo andaluz que es rechazado en el resto de España porque su modelo, corrupto, intervencionista y con una presencia densa y casi soviética en la sociedad, es caduco y digno de rechazo.

El pasado diez de mayo, hace menos de dos semanas, publiqué un artículo titulado Sánchez está cada día más cerca de derrotar a Susana y el PSOE arderá si eso ocurre, en el que vaticinaba la victoria de Sánchez y la derrota clara de Susana, exponiendo las razones de la derrota, entre las que destacaba la pésima campaña desarrollada por la andaluza y la hábil conexión de Sánchez con la rebeldía y el espíritu de revancha que siempre anida en las bases socialistas.

Ahora, tras la victoria de Pedro, el PSOE está a punto de arder, salvo que el nuevo secretario general sepa interpretar lo que realmente ha ocurrido y tome las decisiones oportunas, que son: nada de represalias, nada de grandes cambios, suavizar su odio hacia Rajoy, cautela ante Podemos y una clara apuesta por el centrismo y por la «E» de España, justo lo contrario de lo que él predicaba, porque más que una victoria suya y de su ideología, lo ocurrido en las primarias ha sido una derrota de la mediocre Susana y un rechazo de las bases al aparato.

Si Pedro Sánchez se modera, aprende a convivir con los barones, renuncia a la purga, se mantiene lejos de Podemos y conecta con el centrismo, quizás pueda salvar el barco socialista, desarbolado y medio hundido, pero si se radicaliza, practica la venganza, se acerca a Podemos y une el destino del socialismo a la «chusma» independentista que odia a España, el barco se irá pronto a pique y sus votantes, mas moderados y razonables que los militantes, se marcharan con sus votos hacia Ciudadanos y el PP, provocando una derrota socialista en las próximas elecciones que podría ser brutal.

Francisco Rubiales

Mientras no se ataje al viscoso etnonacionalismo, España no tiene salida en un marco de libertad…

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Luis Bouza-Brey

 

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Ahora o nunca: el PSOE no puede continuar con su letanía del no al PP, la carencia de un proyecto coherente y el oportunismo estratégico y táctico para alcanzar el poder como sus rasgos definitorios. El PSOE necesita reconstruirse desde sus cenizas si desea sobrevivir, y su sobrevivencia es esencial para España. Para conseguirlo debe articular un conjunto de objetivos en un proyecto acorde con la nueva situación internacional y española:
Al PSOE le corresponde colaborar a la refundación de la socialdemocracia a nivel europeo: sólo desde una nueva articulación internacional del socialismo se puede superar la crisis frente al populismo y el nacionalismo. Sólo desde una nueva política económica internacional que presente una alternativa al neoliberalismo se puede defender la Sociedad del Bienestar frente al modelo norteamericano y el dumping de la economía china. Y sólo desde la defensa consciente y firme del Regeneracionismo y el Reformismo institucional del Régimen del 78 se puede encontrar un nuevo espacio político para el PSOE, frente a la demagogia populista, la miopía sediciosa etnicista y el inmovilismo renuente del PP.
El PSOE se encuentra en una encrucijada histórica, a nivel internacional, en el conjunto de España y en el escenario catalán. O se refunda, liquida el PSC y reconstruye la Federación catalana del PSOE, recupera su papel como partido constitucionalista, se suma a un gran pacto de Estado por la Regeneración, abandona alianzas contra natura con nacionalistas y populistas y asume una orientación política abierta, no sectaria y democrática, o muere.

 

Cainismo e «identititis» (PM). Eso es lo que hay que curar.

Ved

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