From The Wilderness


From The Wilderness

Una radiografía del interesante universo de los TIMOS. Los hay de distintas características, pero en éstos del buenismo y miedo hay una serie de elementos comunes :

1- Un daño dramático está ocurriendo o a punto de ocurrir :

  • Euskera -> su desaparición será una pérdida irreparable.
  • Global Warming -> el mundo conocido sucumbirá al calor.
  • Purgatorio -> nuestros difuntos sufrían terriblemente.

2- La hecatombe aún no se ha completado y es reversible :

  • Euskera -> la euskaldunización por huevos revertirá el proceso
  • Global Warming -> la reducción de emisiones de CO2 lo detendrá
  • Purgatorio -> nuestras oraciones y las indulgencias los llevarían al cielo

3- La reversión exige sacrificios económicos

  • Euskera -> funcionarios, euskaltegis, gasto público via impuestos.
  • Global Warming -> tasas al CO2. (17€ / Tn emitida)
  • Purgatorio -> indulgencias y limosnas. Así se construyó el Vaticano

4- La reversión no es verificable

  • Euskera -> harán falta generaciones. De momento la simulación.
  • Global Warming -> a largo plazo. Todos calvos para cuando ocurra.
  • Purgatorio -> imposible viajar allí. Los móviles no funcionan.

5- Hay una masa acrítica suficiente

  • Euskera -> La melancolía histórica. Ahora la inercia y el poder.
  • Global Warming -> Ignorancia y colaboración mediática.
  • Purgatorio -> La fe religiosa.

Este tipo de timos no son del tipo tocomocho o estampita en que se acude a la codicia del timado. Aquí se manipula el buen corazón de la gente y el miedo.

Creo que cualquiera que se ponga a pensar podrá detectar otros muchos timos similares, como la ecología, las ONGs, los sindicatos, sectas variadas, etc

Todos ellos se apoyan en legítimos y meritorios planteamientos que mucha gente comparte. Pero acaban convertidos en embudos sociales en los que una casta recauda y el resto aporta.

Plazaeme

Y si alguien piensa que es una broma, que haga clic en esta imagen:

Añadido [pm]: Como era un comentario de FTW colgado en el hilo anterior, y es más corto que una entrada habitual, le planto un plus. O dos cosas.

La primera es que se puede usar una metáfora más o menos florida al hablar de lenguas vivas y lenguas muertas, pero habría que evitar caer en la subnormalidad de tomarse las metáforas en sentido literal. Las lenguas no son seres vivos. Una lengua no está ni más ni menos “viva” que lo pueda estar una canción, y nadie habla de canciones vivas y canciones muertas. Las canciones, o se cantan o no se cantan; lo mismo que las lenguas se hablan o no se hablan.

La segunda es, ¿y qué coño pasa si se deja de hablar el vascuence? No pasa nada malo, como cuando se deja de hablar cualquier otra lengua. Solo pasa que a la gente ha dejado de serle útil. No se «pierde» nada, como cuando te desprendes de un coche que se ha quedado viejo, y te supone más gastos que ventajas. Se cambia por otro, pero nadie se queda sin lengua. Pero el vascuence sí tiene una diferencia respecto a casos similares. Si deja de hablarse, tiene más consecuencias positivas que lo que suele ser normal.

– Tendríamos un PV con una lengua (siempre es el ideal, por eficacia), en vez de con lengua y cuarto.

– Tendríamos un motivo menos de discusión. Y pensando en la cantidad de asesinatos que ya han ocurrido por el capricho lingüístico, no parece un asunto baladí.

– Tendríamos una piedra más liviana que arrastrar por la vida. Una cosa menos que estudiar, una cosa menos que subvencionar, y la capacidad de hablar alegre y fluidamente, sin tener que traducirnos.

– Nos quitaríamos de encima la neurastenia de considerar como “la propia” una lengua que no hablamos, y como “la odiada” la única lengua que nos sale por natural.

– Con un poco de suerte, hasta podría producir el efecto de que la mitad de los nacionalistas vascos dejen de odiar y disimular sus muy maquetos apellidos.

– Los dialectos naturales del vascuence serían hablados durante mucho más tiempo, cosa que a sus  hablantes sin duda les gustaría. Incluso yo mismo podría volver a interesarme por el vizcaíno, que abandoné. Si no te tocan los cojones, es bastante natural que tengas simpatía por la lengua de tus antepasados, más o menos remotos.

En resumen. Aumentarían significativamente nuestras papeletas para ser felices.

From The Wilderness y Viejecita

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