internet


Parece que Youtube se va a lanzar a hacer propaganda del alarmismo climático. Pero a la contra: en contra del escepticismo del cuento del clima. Con un sistema un tanto basto. Algunos vídeos, digamos los apestados, quedan marcados con un cartelito. Que lleva metida una frase, supuestamente en contra de lo que dice ese vídeo, y un enlace: o bien a Wikipedia o a la Enciclopedia Británica. Es una forma de desacreditar el contenido del vídeo antes de que se visualice.

Imaginemos un caso teórico. Si el «tierra-planismo» fuera uno de los temas apestados para Youtube, un vídeo que propusiera que la tierra es plana llevaría un cartelito adosado diendo algo como:  evidencia de que la tierra es un esferoide. Y el enlace correspondiente.

No vamos a meternos ahora en el muy conocido peligro de que una persona, un grupo, o incluso un parlamento, deciden lo que se puede pensar y lo que no. Ese es un sistema del que siempre se ha abusado, y nunca ha producido los supuestos efectos beneficiosos que algunos le suponen. Por ejemplo, cuando cayeron la Alemania nazi o la Unión Soviética, resulta que nadie era respectivamente nazi o comunista. Sí, disimulaban; por la cuenta que les tenía. ¡Pero casi nadie se lo creía!

Pero el cuento del clima es algo muy especial, y se ve muy bien en la movida de Youtube. De momento, por lo que dicen, el sistema nuevo está funcionando sólo para EEUU. No se nota dese España. Allí, por ejemplo un vídeo corto de Richard Lindzen para Prager Univestity, queda así:

lindzen-youtube

Puede que la persona que llegue a Youtube, y vea ese cartel, sea un convencido del cuento del clima. Y no verá el vídeo. Pero si lo viera tampoco iba a cambiar de opinión. El efecto del cartel en ese caso será inexistente. Pero si llega alguien con curiosidad, o con dudas, seguro que entrará en el vídeo, que total son cinco minutos de nada. Y parece completamente probable que compare lo que dice Lindzen, con lo que dice el cartelito de «la verdad».

Cartelito:

El Calentamiento Global, también conocido como Cambio Climático, es el aumento observado en la temperatura media del sistema climático de la tierra y sus efectos asociados. Múltiples líneas de evidencia científica muestran que el clima se está calentando.

Estupendo. ¿Y qué dice Lindzen; dice que el clima no se ha calentado? No, no, no. ¡Dice lo mismo que el cartelito! Con la diferencia de que lo cuantifica, en la misma medición que usan los alarmistas.

lindzen-prager

¿Y qué puede pensar la persona que ha entrado a ver el vídeo con curiosidad? Sólo puede pensar que Youtube y su «fact-checking» están completamente majaras. Es evidente que quieren desacreditar a Lindzen, que por otra parte es uno de los mejores y más citados físicos atmosféricos vivos. ¡Pero le quieren desacreditar diciendo lo mismo que ya dice él! ¿Acaso Youtube no ha encontrado nada en charla que se pueda desmentir? ¿Será que el «negacionista» no está diciendo nada falso, ni errado? ¿Y entonces, por qué les llaman «negacionistas» si no dicen nada falso?

A mi me parece que produce el efecto inverso al que pretenden. Al menos para la gente que piense un poco. Pero eso es lo que pasa siempre con esta discusión del clima. Es todo un «hombre de paja» [–>] formidable. «Demuestran» que lo que dicen es verdad, a base de pretender que la postura contraria afirma algo que en absoluto dice. Es una trampa retórica muy habitual, y a menudo funciona. Muy guarra, pero eficaz – si se usa bien. El problema es que con este sistema de Youtube, la trampa queda completamente al desnudo. Y los alarmistas acaban pareciendo simples chiflados, en vez de la flor y nata de la ciencia que pretenden ser.

Otro ejemplo. Will Happer tampoco dice que no haya habido un (ligero) calentamiento. Y también le ponen el mismo cartelito perfectamente risible, que discute lo que nadie dice.

happer-yuotube

Fuentes:

Mail Online:

WUWT:

 

 

 

Las redes sociales han creado un sistema nuevo. Y todavía lo estamos digiriendo; no tenemos unos «usos y costumbres» que nos sirvan de guía. Lo malo es que no se trata de un mundo cerrado, y a veces tiene consecuencias en la vida real. Y el caso de Inés Arrimadas de ayer es un ejemplo espectacular.

Clic para verlo en Twitter. Esta imagen está «tocada». Arrimadas no borró el nombre de la bestia.

arrimadas-y-la-bestia

A partir de ahí ocurrió lo previsible. Arrimadas no es un usuario desconocido más allá de su grupo marginal de cafres. Y el mundo esta lleno de justicieros; el linchamiento en Twitter y Facebook tenía todas las garantías. Y no sólo en las jaulas de grillos, también en la prensa. Y para que no ocurra que el entorno de la criatura angelical vaya a no enterarse, siempre va a haber muchos que se lo comuniquen a la empresa en la que trabaja.

tinsa

Observación: Tinsa no ha puesto el nombre de su empleada. Algún periódico nos relata toda su vida y milagros, bien surtida de fotos, para que nadie se pierda.

Todos contentos. Todos somos muy buenos, y aporreamos con gran entusiasmo el mal. Sale relativamente barato sentirse bien. Pero salta Pepito Grillo y nos da una ducha fría:

Pues resulta que todo el mundo pone a parir al periodista Juan Soto Ivars, porque es la bestia la que ha empezado, porque se lo merece, porque blablabla. Bastante acojonante. El argumento es simplísimo. Puedes preferir el sistema de justicia, y entonces lo denuncias, y en Twitter ocultas el nombre de la bestia. Y tendrás una condena donde se sopesan todas las circunstancias que haya que sopesar, y se apliquen las leyes. O puedes preferir el sistema linchamiento, y dejas el nombre y milagros bien a la vista. Y la condena puede ser literalmente cualquier cosa, incluyendo una vida arruinada. Por lo que veo, prácticamente todo el mundo está defendiendo el sistema linchamiento.

Ojo. Las mismas disculpas que puede tener la bestia, como estar loca, tener un mal día, estar enajenada por una ideologia sociopática, etcétera, las puede tener Arrimadas. No se trata de ponerle a parir por este caso. Aunque lo de meter por medio a «todas las mujeres que han sido violadas» canta a moralina barata desde lejos. Pero sí se trata de ir eligiendo sistema. En frío, como idea general. ¿Preferimos sistema justicia o preferimos sistema linchamiento? Si preferimos sistema de ley-justicia, tachamos el nombre de la bestia. Y lo ponemos si preferimos linchamiento.

Graicano también prefiere linchamiento

Yo me quedo con Borges. No nos comemos a los caníbales.

Nota. Juan Soto no parece precisamente un turista con una con una ocurrencia. Ha escrito un libro sobre este asunto, y se puede suponer que le habrá dado más vueltas a la cazuela que el común de los mortales.

La última vuelta de tuerca, desde Alemania. Nada raro (y esto es un delito de odio).

nyt-alemania-delito-de-odio

Una lógica teutónica (ojo, «delito de odio») aplastante. Parece que hay un incremento de comentarios racistas y anti-inmigración desde 2015, después de la llegada de más de un millón de inmigrantes, predominantemente desde países musulmanes. O sea, de inmigrantes predominantemente musulmanes — por expresarlo en la forma de antes de las leyes de los delitos de odio. Y Heiko Maas, ministro alemán de Justicia, alega que se trata de que las leyes en curso para fuera de internet se cumplan también en internet.

El pequeño detalle de que las leyes alemanas no nos afectan a los que vivimos fuera del Merkelgarten queda más allá del alcance de la lógica teutónica (delito de odio). Y también el detalle no menos secundario de que las leyes las aplican los jueces, pero la censura teutónica va a cargo de las denuncias snowflake y de la reacción obligadamante inmediata de un becario de Twitter.

La ley, que entrará en vigor en octubre, requiere a compañías como Facebook, Twitter y Google a eliminar todo contenido que sea ilegal en Alemania -como símbolos nazis y negacionismo del holocausto- dentro de las 24 de que se les haya señalado.

La ley permite hasta siete días para decidir sobre el contenido que que ha sido denunciado como ofensivo, pero que puede no ser claramente difamatorio o incitador de violencia.

Agarra esta mosca por el rabo, y ponte en el lugar de Twitter y su becario. Ni siquiera aunque fuera un eminente abogado internacional podría saber qué es ilegal en algún país del mundo. Y mucho menos distinguir qué no es claramente difamatorio, ni incitador de la violencia, pero que aun así puede no parecerle bien al Merkelgarten – tú ya me entiendes. Solución becario: si me suena remotamente mal, borrar.

¿Y qué es lo que le suena mal al becario? A huevo: lo que la moribunda prensa de papel dice que está mal. O sea, lo que digan Hillary Clinton o Bernie Sanders que está mal. O sea, Trump y sus deplorables. Merkel quiere erigir internet en un safe space kindergarten de escala universal.

Nota: su fuera al revés (imponer a Trump y silenciar a Hillary) sería lo mismo. Pero hoy es como es.

safe-space

Sigue explicando Seiko Maas:

Con esta ley ponemos fin a la ley de la jungla verbal en internet, y protejemos la libertad de expresión de todos.

No, querido lógica teutónica (delito de odio); con esta ley protejes la capacidad de eliminar la liberad de expresión a los que no te gustan. Libertad de expresión no es que no se diga lo que no quieres; sino, precisamente, que se diga lo que no quieres.

Estamos protegiendo que cualquiera pueda expresar su opinión libremente, sin ser insultado ni amenazado.

Y yo te llamo tontolculo por lo que acabas de decir (¿delito de odio?). Porque tu maldita ley no habla de insultos ni de amenazas, para los que ya hay otras leyes, sino de algo muy distinto. Silenciar la opinión que te parezca «de odio». Por ejemplo, los que critiquen la política migratoria de tu jefa. O los que critiquen el islam, como los que en su día criticaron el cristianismo y crearon la Europa civilizada que conocemos hoy. Y que pronto dejaremos de conocer.

Esto no es una limitación, sino un pre-requisito para la libertad de opinión.

Tontolculo, no; lo siguente (delito de odio superlativo). Cree que cambiando la palabra cambia la cosa.

En realidad habría una solución. Pero Tontolculo (delito de odio reincidente) no la quiere, y por eso no la propone. Pedir a las redes sociales que dejen claro a la entrada si funcionan en modo kindergarten (safe space) o en modo adulto (la gente dice cosas que no te gustan). Y que empresa y cada usuario elijan su sitio. O que pongan dos secciones; como lo vean mejor. Pero se puede apostar con total seguridad que una propuesta en esa línea sería rechazada sin siquiera contemplarla. Porque estamos hablando de imponer una moral. La moral kindergarten en concreto.

Nota: Marod, no seas vago. Esta es como para ti.

Fuente, New York Times:

 

 

 

conec

Ya sé que es muy común lo de borrar «tuits». Cuando están mal, o cuando ha sido una ofensa más allá de lo que luego se puede soportar sin rubor. La gente suele pedir que se eliminen, y eso se suele hacer. Yo creo que no arregla nada, y definitivamente no nos hace mejorar. Al contrario; facilita la irresponsabilidad.

Este caso además es bonito, por lo muy representativo que resulta del absurdo alarmismo con el cuento del clima. Y no se trata de un turista despistado. Dicen que son:

www.conec.es es el portal  web de divulgación científica del Instituto de Ciencias Físico-naturales de la Institució Alfons el Magnànim-Centre Valencià d’Estudis i d’Investigació (IAM-CeVEI) y de la Fundación de la Comunidad Valenciana para el fomento de Estudios Superiores (FFES), impulsada por la Generalitat Valenciana, a través de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte. Está dirigido tanto a la sociedad en general como al propio ámbito científico, con el objetivo de incrementar la cultura científica. De manera especial pretende llegar a los estudiantes de los diversos niveles educativos, a fin de incentivar en ellos su interés por la investigación y promover su deseo de dedicarse a la ciencia.

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No tengo copia del «tuit» borrado, pero era muy fácil de recordar. Decía que en Canadá están muy preocupados porque se pierde el hielo del suelo (así lo ponían) por culpa del cambio climático. Y enlazaban a este artículo de Science, con su foto y todo:

science-ice-cores-meltdown

Coño, si dice «colección», y ves un cilindro de hielo en una especie de laboratorio, hay que tener ganas para relacionarlos con el «hielo el suelo» de Canadá. Y todavía muchas más ganas para hablar el calentamiento global. ¿El «calentamiento global» dentro de ese edicifio? Pero sí; claro que hay ganas. Si leen hielo, Canadá, y deshielo, lo de calentamiento global ya les sale de corrido. Así se trate un centro de estudios y de investigación.

Protesta:

conec-r

Pues nada. Borran el «tuit», les piden disculpas por mensaje privado a los dos únicos espontáneos a los que está claro que no han engañado, y los demás que se jodan. El 90% o por ahí de las lecturas que recibe un «tuit» serán en las primeras pocas horas. Si lo borras varias horas después, sin avisar a tus lectores, consigues evitar que se equivoque el 10% (o por ahí) que quedaba por leerlo. Pero lo que no consigues es que el 90% que lo ha leído se quede con la impresión equivocada. ¡Drama con el hielo «del suelo» en Canadá, por culpa del Calentamiento Global Acojonante!

Pues no, joé. Visto el error, pones un nuevo «tuit» de disculpas y explicación ¡para todos!, en el que incrustas el mensaje equivocado. Y claro que resulta doloroso que lo vea todo el mundo. Pero es un dolor bueno, no malo. Es el dolor que nos hace tener más cuidado la próxima vez. En cambio, borrar es la estrategia que incentiva seguir metiendo la gamba cuando nos lo pide el cuerpo.

Anda, no borremos «tuits». Nunca. Probablemente mejoraría la herramienta, por reducir el gatillo alegre.

Hay una curiosa coincidencia entre la visión de «internet» -digamos bloglandia, Twitter, etc- que tienen los periodistas más pensadores,  y la visión de «la prensa» que tienen los internautas más productores de contenidos. Y se puede reducir a este párrafo [The Cult ] de una entrevista con Arcadi Espada, que sirve para ambos casos si cambiamos los términos.

Es conocido que Espada no suele coincidir con esos «geeks más o menos analfabetos», como él los llama, convencidos de que el mundo online es una Arcadia incomprendida por los editores. «Cuando se dice es que el mundo periodístico está al margen del universo online –dice–, conviene matizar. Es verdad que los huesos no los han dado ellos, pero todo lo demás sí. Toda la conversación que circula por la red es, en un noventa por ciento –por decir una cifra convencional pero entendible para todo el mundo–, algo producido por periodistas. O sea, la conversación en Twitter parte, en su inmensa mayoría, de hallazgos de producciones que son periodísticas».

Y los «geeks» que dice Espada piensan lo mismo, pero justo al revés. Que lamentablemente -y tal vez sólo todavía- las conversaciones que mueven el mundo están (mal) recogidas por periodistas más o menos analfabetos, y distribuidas básicamente por Twitter. Con la notable excepción de algunos periodistas muy especializados, que ni son periodistas, ni el periódico les podría pagar las horas que invierten en enterarse.

Supongo que todo depende de dónde ponga uno el foco. En la masa, o en la sustancia. A nadie se le ocurriría juzgar la cultura romana por las conversaciones que se oyen en el circo un domingo de gladiadores. Pero eso es lo que está haciendo Espada con «internet». Y claro, sólo puede ver orcos muy cafres.

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El problema es que si hacemos lo mismo con «la prensa», el resultado es exactamente igual. Plumillas desinformados diciendo burradas, cuando no idioteces grotescas, más o menos al servicio de una ideología. O de unos políticos que parecen estar participando en un campeonato de payasos. ¡Pero protestan porque los «lectores» no pasen de los titulares!

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¿Y de quién será la culpa si los posibles usuarios no pasan de los titulares? ¿De los los usuarios,  o de la falta habitual de contenido más allá de lo que ya dice el titular?

Vamos a poner un ejemplo de «internet» para Espada, cambiando el foco de la masa a la sustancia. Y ya lo siento por él, pero es gratis. Si medimos en dinero; si lo hacemos en tiempo no tiene nada de gratis. Y esto que vamos a mostrar, ni existía, ni podía existir antes de internet.

Supongo que aceptamos que la discusión sobre el cambio climático es de interés público. Nos afecta a todos, muy directamente. Y la mayor parte de los que no quieren creer que el clima sea un problema, tienden a agarrarse a la idea de que los cambios en el clima vienen del sol. Intuitivamente parece la solución fácil.

Y ahora tienes dos titulares sobre estudios científicos nuevos a los que los de la «cuerda escéptica» se agarrarían sin la menor sombra de duda. Es justo lo que quieren escuchar.

Pero precisamente por ser «internet», y muy probablemente por ser gratis, puede ocurrir el milagro que ocurre. Que los comentarios de los lectores (muchos de ellos especialistas) son mucho más interesantes que los artículos, y que te basta con eso para darte cuenta de que no hay ningún fuste, de momento, a una explicación solar para el cambio climático. Ni en estos dos estudios recién salidos, ni en general.  ¡Y lo encuentras en un sitio de los llamados «negacionistas»!

De acuerdo; esto no es «la conversación en Twitter». Pero sí es parte de ella. Y es justo la parte que van a usar los políticos en el Senado y en el Congreso USA para hacer leyes y presupuestos. Y ni es una producción periodística, ni podría serlo. En ningún periódico del mundo ocurre nada parecido. Tampoco es algo que debas esperar; probablemente no es su función. Pero así como bloglandia y Twitter han encontrado su función, y aquí está la criatura que muestra el ejemplo, no parece que «la prensa» tenga tan clara la suya.

esos «geeks más o menos analfabetos»…  convencidos de que el mundo online es una Arcadia incomprendida por los editores

¿Y cuál es el editor periodístico que ha aprovechado este contenido de Arcadia, o tantísimos similares?

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