nuclear


No sigo mucho la prensa convencional, pero creo que todavía no ha salido en España. Imagino a Ruiz de Elvira calentando motores para El Mundo, o Antena3. Y en los demás medios, a sus «expertos» favoritos. El caso es que después del «cambio climático» no hay ninguna rama de la ciencia que haya producido tanta ciencia basura como la relacionada con salud y la radiación. La radiación de las centrales, claro, porque para ellos no parece que existe una radiación natural, ni una radiación de fondo repartida bien por todas partes.

El nuevo estudio por el que apuesto fanfarria inmediata es:

Energy & Environmental Science.  John E. Ten Hoeve y Mark Z. Jacobson.

Dos conocidos activistas anti nucleares y pro renovables. Se basan en una idea que nunca pasó de ser una especulación gratuita, sin la menor prueba, y hoy completamente desacreditada. Tras Chernobyl sabemos que es falsa. La suposición de que si una radiación pongamos de 1.000 produce un cáncer cada mil personas, una radiación de pongamos 10 producirá un cáncer cada 100.000 personas. Y por tanto esa radiación de pongamos 10 mataría a 30.000 personas si afecta a un área de 300 millones. Calculando así lo que llaman la «dosis colectiva». Es una de las claves del pensamiento mágico (y religioso). El mal no depende de su cantidad, sino de su esencia. Sea esta lo que sea.

Esa asunción ridícula, tan querida por los antinucleares y otros ecolojetas, es conocida por el nombre de LNT (linear no-threshold).  Lineal sin umbral. Mal independiente de la cantidad. Magia potagia. Otros ejemplos son el tabaco y el cambio climático. Pero en este caso, aunque a regañadientes, las organizaciones de salud ya han reconocido que el LNT no se sostiene, y recomiendan no utilizarlo en los cálculos.

Por ejemplo,  Health Physics Society:

El mejor ejemplo es calcular el número de efectos sobre la salud calculados sobre una gran población expuesta a muy pequeñas dosis de radiación. Por ejemplo, podrías predecir 40.000 casos de cáncer fatales para la población  USA a partir de solo la radiación de fondo. Sin embargo, es improbable que eso sea cierto, por una serie de razones. Recientemente, el International Council on Radiation Protection se pronunció diciendo que el uso de las «dosis colectivas» para predicción de efectos en la salud no es apropiado en niveles bajos de radiación. La razón es que si la persona más expuesta recibe una radiación trivial irrelevante, la dosis de todos será trivial inconsecuente, y no se puede esperar que nadie contraiga cáncer.

¿Elemental, no? Y hay pruebas directas, por si faltara esta lógica elemental. Básicamente con Chernóbyl, que iba a producir cáncer en Europa en plan industrial, pero no:

En ambos se hace hincapié en la comprobación empírica, con Chernobyl, de la falsedad del peligro de la radiación en bajas dosis. Como era de esperar, una dosis trivial desdeñable sigue siendo trivial huera aunque se la enchufes a mucha gente. O incluso muchísima. Hay hasta estudios que parecen indicar efectos beneficiosos en la salud, con dosis suficientemente bajas de radiación. Se pueden ver en el enlace del trabajo de Jaworowski para la ONU.

Pero todo esto no debe de importarles a los activistas, por mucho que sean de la Universidad de Stanford. Y siguen erre que erre con el LNT, o la magia.

Effects are quantified with a 3-D global atmospheric model driven by emission estimates and evaluated against daily worldwide Comprehensive Nuclear-Test-Ban Treaty Organization (CTBTO) measurements and observed deposition rates. Inhalation exposure, ground-level external exposure, and atmospheric external exposure pathways of radioactive iodine-131, cesium-137, and cesium-134 released from Fukushima are accounted for using a linear no-threshold (LNT) model of human exposure. Exposure due to ingestion of contaminated food and water is estimated by extrapolation. We estimate an additional 130 (15–1100) cancer-related mortalities and 180 (24–1800) cancer-related morbidities incorporating uncertainties associated with the exposure–dose and dose–response models used in the study. We also discuss the LNT model’s uncertainty at low doses.

Y dan una referencia desfasada (2005) como disculpa para el método. Lo que no olvidan es poner hermosos gráficos del mal extendido por el orbe, para pasmo del incauto.

En resumen, menos lobos, Caperucita.

Recomendación (clic para PDF 45 págs):

Noticia y parte de los datos, de un artículo de Mark Lynas en su web:

Eclecticus

Plaza, he puesto este comentario en la Plaza (este sitio) pero no sale, lo debes tener en la cola de moderación. Como creo que puede interesar te lo envío también por aquí:

Creo que aquí queda bien esto.

El viernes 24 (mañana) el P-Lib organiza un charla coloquio a cargo de Manuel Fernández Ordoñez: «Sistema Energético Español: Estado y Estructura». Tiene muy buena pinta, así que yo procuraré estar allí.»

fdezordonez Fernandez Ordonez
 Las cosas se calientan en Oriente Medio.Israel hace pruebas con un nuevo sistema de misiles con capacidad nuclear desde su base de Palmachin

fdezordonez Fernandez Ordonez

 Y un Comandante Iraní declara que sus misilies alcanzan 2000km y están diseñados para las bases americanas e isrealíes en la región.
fdezordonez Fernandez Ordonez
@brunodomenech Teniendo en cuenta la cantidad de keynesianos en los gobiernos no es descartable. Deberían leer a Hazlitt…

fdezordonez Fernandez Ordonez

 Personalmente creo que la diplomacia ha agotado sus cartas en Irán. La fecha límite será la reunión de la IAEA el 17-18 de Noviembre.

fdezordonez Fernandez Ordonez

 Antes de esa fecha la IAEA publicará el último informe sobre Irán y su programa nuclear. La cosa creo que va a pintar mal según se rumorea.

fdezordonez Fernandez Ordonez

 La diferencia es que esta vez Rusia y China no creo que voten a favor de remitir el tema nuevamente al Consejo de Seguridad de la ONU.

fdezordonez Fernandez Ordonez

 Así que ciertos países tendrán que tomar ciertas decisiones en contra de otros que tienen derecho a veto….vamos, que se avecinan tensiones

Esta historia encaja bien en la sección de mentiras de «buena causa», tan propias de las noticias de los ecolojetas y los alarmistas del clima del IPCC.

Desde «siempre» se ha considerado que la radiación nuclear es perjudicial a cualquier nivel de dosis. La asunción de que incluso un nivel de radiación cercano a cero puede producir cáncer y desórdenes genéticos. El mal por excelencia (acompañado ahora por el tabaco).  Y da lo mismo que hubiera pruebas sobradas de que no es así en los sitios en los que la radiación natural es muchísimo más fuerte que la media, sin incidencia alguna en la salud. O Chernobyl, cuya gran lección – publicada por un organismo de la ONU en 2.000 – dice justamente lo contrario. Que hay niveles de radiación que no tienen efecto medible en la salud, y hasta pueden tener beneficios. El director de aquel estudio, Zbigniew Jaworowski, hizo un excelente artículo resumen en conmemoración de los 25 años del accidente de Chernobyl:

Pero el cuento alarmista había calado, y ya no hay quien se lo quite de encima. Jamás verás a El Mundo mencionando un estudio así, y de El País, o de El TBO de Zapatero (Público creo que se llama), ni hablemos. Y cada vez que coinciden en un frase «accidente» y «nuclear», da lo mismo cual sea el contexto, ya tenemos otro fin del mundo.

La novedad es de dónde viene el cuento, que yo no sabía. Y lo bonito de la historia es que ni siquiera se trataba de ciencia prematura, ciencia en mantillas que llega a conclusiones equivocadas, sino directamente de un fraude científico. Con la hermosa disculpa moral de las buenas intenciones (prohibir las pruebas nucleares), y con el aberrante pero cada vez más frecuente olvido de que así deja de ser ciencia.

Hermann Muller recibió el premio Nóbel en 1946 por demostrar que los rayos X inducían mutaciones genéticas. Y con la publicidad se convirtió en un campeón de las campañas antinucleares, y de la idea de que no hay nivel de radiación que no sea peligroso. Según esa tesis, el nivel sólo varía la probabilidad. Por ejemplo si un nivel de radiación de 100 unidades va a provocar cáncer en el 10% de la población, un nivel de 10 unidades lo provocará en el 1%, y un nivel de una unidad en el 1 por mil, etc.

La tesis tiene hasta un nombre: linear no-threshold hypothesis (LNT)

Chernóbyl demostró que eso es estrictamente falso, como se puede ver en el trabajo de Jaworowsky. Y aunque se sabía, tuvimos que aguantar a toda la prensa y a los Ruiz de Elvira de este mundo matando a miles y miles de personas en Japón, a cuenta de Fukushima. Y hoy … ¡tachán!

AMHERST, Mass. – El toxicólogo ambiental de la University of Massachusetts Amherst, Edward Calabrese, cuya carrera de investigación muestra que niveles bajos de ciertos productos químicos y de radiación son benignos, ha descubierto pruebas de que uno de los padres de la radiación en la genética, el Premio Nóbel Hermann Muller, mintió conscientemente cuando proclamó en 1946 que no existe un nivel seguro en la exposición a la radiación.

La interpretación de Calabrese está apoyada en cartas y otra documentación que ha ido acumulando, mucha de ella de antiguo material clasificado. Ha publicado resúmenes clave este mes en Archives of Toxicology and Environmental and Molecular Mutagenesis. [–>]

Y resulta que luego la mentira de Muller tuvo todo tipo de apoyos científicos para mantenerse hasta hoy. Las buenas obras. Ni el OPUS, tú. Se puede ver en los enlaces.

¿Lo de siempre? Eso parece. Menos lobos, Caperucita.

Y esta es la historia.

Enlaces.

La historia:

Vía junkscience.com:

Acojonante. Parecía que la payasada de la España Zapateresca era insuperable, pero no. Merckel nada menos; aquella Merckel tan seria y preparada que parecía un lujo de política y daba envidia.

Ocurre el tsunami terrible de Japón, con más de 20.0000 muertos y algunos miles de desaparecidos. Ninguno de ellos por los daños en la central nuclear de Fukushima; pero los verdes, ya se sabe, si ven pasar una cucaracha nunca pierden la oportunidad, y le echan mano. Con elecciones a la vista, ni te cuento. Y la gran Merckel decide hacer un guiño a la histeria, para sacar unos votos, anunciando el cierre las centrales nucleares.

Hasta aquí no es más que la caradura y demagogia habitual en ese esperpento que llamamos política. Lo de la improvisación va más alla. Porque si cierran las centrales nucleares algo tienen que poner a cambio para cubrir el 26% de la energía de Alemania que producen. ¿Molinillos de viento y placas solares (ja,ja), ya que la cosa va de verderío? Eso pensaba la peña, pero parece que cuando se han puesto a pensar (después, y no antes de tomar las decisiones), han decidido que no era buena idea elegir unas fuentes de energía especialmente caras y cuya producción depende del capricho del viento y de las nubes.

Y tras la improvisación, la payasada. Ya que se trata de usar «energías limpias», verde que te quiero verde, nada como usar el fondo destinado a «cambio climático» para hacer la inversión necesaria en el cambio de fuentes de energía. Y como lo de los molinilos y placas solares no es de fiar, y es caro, usamos ese dinero, previsto para reducir las emisiones de dióxido de carbono, en instalar centrales de … ¡tachán! … ¡carbón y gas natural!

– ¿Que qué?

Tal cual:

The German government wants to encourage the construction of new coal and gas power plants with millions of euros from a fund for promoting clean energy and combating climate change.

The plan has come under stiff criticism, but the Ministry of Economics and Technology defended the idea. A spokeswoman said it was necessary as the government switches from nuclear to other renewable energy sources and added that the money would promote the most efficient plants possible.

En WUWT, y con comentarios:

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