Premio Ruiz de Elvira


Eclectikus sugería en DEE [–>] que rescatáramos los Premios  Ruiz de Elvira [–>] para asnos del clima.

Hay gente de fe. Hay gente de fe con complejo de pastor que ha de guiar el rebaño. Y más allá, suele haber fanáticos que se dedican a buscar y cazar a los infieles. Hay gente «pa tó», como suele decirse.

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Y además, los hay cortitos. Claro. Porque hacen falta ideas ideas de torero bombero para llamar «ateos» a los críticos del IPCC, cuando el mejor argumento de estos es que los alarmistas del clima están haciendo una religión – en vez de ciencia.

El ateísmo climático es un concepto con el que propongo identificar al movimiento ideológico basado en la negación del fenómeno de calentamiento global que sufre el planeta.

R: Fe climática es la denominación que propongo para el curioso genio que ataca a los infieles, sin saber por qué les ataca.

la negación del fenómeno de calentamiento global que sufre el planeta

R: ¿Es la negación de que el planeta se ha calentado entre dos fechas concretas? No hay nadie que lo haga, aunque sea un calentamiento tan pequeño que no es precisamente baladí medirlo. Las mediciones más precisas (satélites) señalan como unas tres décimas de grado en 30 años.

– En paralelo (al calentamiento), otro conjunto de observatorios certifica que la causa del aumento es el incremento no natural de los denominados gases con efecto invernadero en la atmósfera. Un aumento que, expresado en partes por millón (ppm) de CO2, no ha dejado de producirse desde la revolución industrial y que está asociado en buena parte a la quema de combustibles fósiles.

Mérito impecable para el Premio Ruiz de Elvira. La misión de un observatorio es observar, y una observación no puede «certificar» una causa. Por ejemplo, la manzana que le cae a Newton en la cabeza no certifica nada. Ocurre que antes de ese momento feliz, ya habían caído miles de manzanas sobre miles de cabezas, sin producir ninguna «certificación» ni ley de la gravedad. Hace falta, además de la observación, una teoría. También se le puede llamar modelo. Y hace falta que las observaciones cumplan el modelo a rajatabla. Hasta que dejen de cumplirlo en algún detalle menor. Momento en el que las observaciones seguirán sin certificar la causa, en ese detalle menor, mientras no llegue Einstein con una nueva teoría que complemente la anterior.

Resumen para creyentes:

Observaciones ≠  certificación de causa. Observaciones + teoría + predicciones cumplidas = certificación de causa.

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R: ¿Es ateísmo climático afirmar que las observaciones jamás «certifican causas»? Pues entonces, ese ateísmo es exactamente igual de loable y digno de aplauso que todos los demás ateísmos.

– Las consecuencias de ambas certezas científicas sí que están por establecer, pero de lo que no cabe duda es que van a ser desestabilizadoras, pues están alterando las condiciones climáticas de las que ha disfrutado nuestra especie a lo largo de su historia en el planeta y a las que nos hemos logrado adaptar a lo largo de nuestra evolución.

No sabemos que el planeta esté más caliente ahora que hace mil años, pero la pinta es que no. Sí sabemos que el planeta está más frío ahora que durante el Óptimo Climático del Holoceno (hace unos siete mil años). Sí sabemos que el planeta está más frío ahora que durante el Óptimo Climático del Eemiense (hace unos 120.000 años). Mientras no sepamos predecir el comportamiento del sistema, no podemos saber lo que va a hacer el sistema.

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– (El «ateo climático» ….) No quiere oír hablar de reconvertir procesos industriales o buscar alternativas de transporte que nos permitan reducir emisiones, ni de abandonar los combustibles fósiles para impulsar las energías limpias y renovables. Por eso es, a mi juicio, un movimiento ideológico involucionista que debe ser contestado con dos de nuestras principales herramientas: la ciencia y la razón.

¡Caramba! Este ateo nunca hubiera sospechado estar de acuerdo con un creyente en la estrategia a seguir. «Debe ser contestado con la ciencia y la razón». Quedo, por tanto, esperando esa contestación con «la ciencia y la razón». Por ejemplo, una explicación cabal (científica, racional) de que las observaciones «certifiquen causas» ellas solas.

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Pero si la explicación no llega, o no es científica y racional, habrá que considerar que estamos ante una gran candidatura a los Premios Ruiz de Elvira.

Añadido: Justo me encuentro con esta sensata explicación y disculpa por parte de Lovelock, el «padre» de Gaia.

… we were all so taken in by the perfect correlation between temperature and CO2 in the ice-core analyses [from the ice-sheets of Greenland and Antarctica, studied since the 1980s]. You could draw a straight line relating temperature and CO2, and it was such a temptation for everyone to say, “Well, with CO2 rising we can say in such and such a year it will be this hot.” It was a mistake we all made. [–>]

– Tenían unas observaciones. El CO2 y la temparatura subiendo de la mano entre 1975 t 2000.

– Tenían un modelo:  La temperatura del futuro es igual a la temperatura de hoy, más el efecto de los «forzamientos», más el efecto de una «demora». Y creían que conocían bien todos los «forzamientos».

– Las predicciones se cumplían a rajatabla … entre 1975 y 2000

– Para antes de 1975, que no se cumplían las predicciones, tenían una explicación. Los aerosoloes de contaminación (hollín, etc).

Se ve en este cuadro:

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Pero desde 2000 no se cumple la predicción. Y puedes pensar dos cosas.

1. Estábamos equivocados. Habíamos simplificado demasiado, y el tiempo en que se cumplían las predicciones era demasiado corto. Lo que hace James Lovelock,

2. No importa; buscamos nuevas explicaciones. (Las explicaciones para el desfase anterior no les valen, no hay tantos aerosoles). Es lo que hacen los creyentes.

Las dos posturas son válidas. Solo que la (2) tiene que esperar a ver si las nuevas predicciones se llegan a cumplir. Lo sensato es esperar a verlo. No es mucho. Es muy probable que con entre cinco y quince años más sea suficiente para descartar la teoría. Salvo que se trate de una teoría que nunca se puede llegar a comprobar, porque siempre tiene nuevas explicaciones para los fallos. O sea, astrología. O fe.

Ayer surgió [–>] la idea de nominar a Jordi Sevilla para los Premios Ruiz de Elvira al jeta climático.

Yo le tenía por un político de lo más sensato y aceptable (no sé bien por qué). Y su postura sobre el clima no me llamaba la atención, porque en un político lo normal es ser partidario de la bola del alarmismo climático. Nada que objetar. Pero un comentrio de pasada en Twitter [–>], y su respuesta automática de mamporrero del calentamiento global, más la perspicacia de Cathlyn Schizo [–>] … ¡sorpresa!, resulta que Sevilla ha tenido una nada pequeña responsabilidad en la trola masiva (1). Y su caso es un gran ejemplo de cómo la dejación de responsabilidad intelectual es la condición necesaria para que una hipótesis científica, de lo más peregrina, se convierta en una histeria colectiva. Y para que dure tanto tiempo a pesar de la evidencia.

Jordi Sevilla fue el primer presidente de la  Comisión Mixta para el Estudio del Cambio Climático. No he conseguido saber con qué objetivo se creó. Una búsqueda con poco tiempo, en Google, produce muchos resultados, pero ninguno de los que he abierto habla de la misión que se le supone. Por ejemplo, el IPCC se fundó para «estudiar el efecto de las emisiones humanas de gases invernadero sobre el clima», así que difícilmente va a llegar a la conclusión de que tal efecto no existe, y panel ha sido una pérdida de tiempo y dinero. ¿Que no? Pero sobre la comisión Sevilla del Clima, ni siquiera en la que parece ser su web oficial en el senado (Comisión Mixta para el Estudio del Cambio Climático) hay mención alguna al motivo de su existencia. Y es una faena, porque la única manera de juzgar si Jordi estaba haciendo el indio por cuenta propia, o por encargo,  sería saber el objetivo marcado.

He seguido los trabajos de comisiones similares (de similar nombre) en el Senado y la Cámara de Representantes USA. Y leído o visto en vídeo comparecencias muy interesantes; pero jamás sin científicos del clima, y de todo el espectro (alarmistas, escépticos, y mediopensionistas). Pongo un ejemplo muy reciente, sólo uno entre muchos: 31 de marzo 2011 en el comité de turno de la Cámara de Representantes. En la foto, de izquierda a derecha: Armstrong, Muller, Christy, Glaser, Emanuel y Montgomery.

De los seis, al menos tres son muy críticos con el proceder científico del IPCC (Armstrong, Muller, Christy), y dos son sumamente escépticos sobre sus resultados y afirmaciones  (Armstrong y Christy). Los cuatro en negrita son científicos notables, con mezcla de alarmistas (Emanuel) , contrarios (Armstrong, Christy), y mediopensionistas (Muller). Los otros dos son economistas. Y de los cuatro científicos, dos son especialistas en la materia, y están produciendo literatura científica sobre cambio climático «de primera división» (Christy, Emanuel). Por supuesto, uno es alarmista y el otro escéptico. Vamos, lo que puede esperarse de una comisión para el estudio del cambio climático, según indica su nombre.

La imagen tiene gracia. Está hablando Christy, y la cara de contento de Emanuel es un poema. En cambio, Armstrong y Muller atienden con interés. Para hacerse una idea, nada como el arranque de la testificación de Armstrong [–>]:

La validez de la alarma sobre el calentamiento global antropogénico requiere el apoyo de pronósticos científicos sobre (1) un aumento significativo de la temperatura global a largo plazo en ausencia de regulaciones; (2) efectos perjudiciales netos debidos a ese calentamiento; y (3) regulaciones rentables que producirían un beneficio neto superior a alternativas como no hacer nada.

Sin pronósticos científicos para cada uno de los tres aspectos de la alarma, no hay base científica para establecer regulaciones. En efecto, se trata de un banco de tres patas. Y a pesar de las repetidas peticiones a los alarmistas del calentamiento global, no hemos sido capaces de encontrar pronósticos científicos para ninguna de esas tres patas.

Armstrong no es ninguna broma. Es una de las autoridades mundiales sobre los principios del pronóstico científico que, en su opinión son olímpicamente ignorados por los autores del IPCC [–>]. También es autor del muy clásico Principles of Forecasting [–>]. Supongo que no es casualidad que el IPCC nunca hable de «pronósticos», sino de «proyecciones» y «escenarios».

¿Más ejemplos de motivos para preocuparse por lo que produce el IPCC? Es tan fresco, que no me resisto a ponerlo. De la dra. J. Curry, prestigiosa climatóloga nada escéptica del efecto del CO2 en la temperatura, pero mucho sobre lo que se sabe al respecto.

Pero Jordi Sevilla tiene una idea diferente sobre lo que debe hacer una comisión de estudio del cambio climático. Nuestro candidato al premio no necesita escuchar a científicos. Se ve que ya tiene a Al Gore y sus películas, que le ponen perfectamente al día del estado científico del asunto. Y mucho menos necesita escuchar a alguien crítico con el trabajo desarrollado por el IPCC. ¿Acaso nos hemos dejado un pastón para pagar una Biblia y no tener una fe ciega en ella? Paparruchas; aquí somos mucho más expeditivos. Escuchamos en comisión a ministras, secretarias de estado, alcaldes, sindicalistas liberados, y burócratas de los organismos internacionales. Gente pagada por el gobierno, o sea, «nuestra gente».

¿Para qué diablos iban a necesitar a alguien que sepa de clima, o de cómo se ha hecho la ciencia y la tesis del IPCC, en aras a un «estudio del cambio climático»? ¿Para qué van a preocuparse del grado de duda, o de incertidumbre, de lo que dicen los científicos en cuya hipótesis se basa el problema? Los estudios de las comisiones de Sevilla salen con los resultados concebidos de antemano. Tanto que en menos de dos meses, y sin hablar con ningún científico, fueron capaces de hacer una declaración institucional para recomendar al gobierno sobre su postura en una conferencia internacional del clima.

Ya que estamos en que hay que ahorrar, ¿qué tal la idea de cerrar estas comisiones -payasada? Alucina, vecina. Durante el mandato de Sevilla, la comisión para el estudio del cambio climático escuchó a la siguiente lista de fenómenos. (Por cierto, si busco en las comparecencias USA, encuentro rápido el texto o el vídeo de lo testificado, pero en la de Sevilla no soy capaz)

  • Ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, Dña. Elena Espinosa Mangana, para explicar las líneas estratégicas de su departamento en la lucha contra el cambio climático. (9/10/08)
  • Presidente del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), D. Rajendra Kumar Pachauri, ante la Comisión Mixta para el Estudio del Cambio Climático, para informar en relación con la materia objeto de estudio de la Comisión.(15/10/08)
  • Vicepresidente del Grupo «ad hoc» de Negociación para la Cooperación Internacional a Medio y Largo Plazo, Embajador de Cambio Climático de Malta y Ex Secretario Ejecutivo de la Convención Marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de Cambio Climático, D. Michael Zammit Cutajar, para informar en relación con la materia objeto de estudio de la Comisión. (23/10/08)
  • Ministra de Ciencia e Innovación, Dña. Cristina Garmendia Mendizábal, ante la Comisión Mixta para el Estudio del Cambio Climático, para informar sobre las medidas políticas que adoptará su Departamento para combatir el cambio climático. (28/10/08)
  • Vicepresidente del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), D. José Manuel Moreno Rodríguez, ante la Comisión Mixta para el Estudio del Cambio Climático, para informar en relación con la materia objeto de estudio de la Comisión. (13/11/08)
  • Director del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), D. Luis Jiménez Herrero, ante la Comisión Mixta para el Estudio del Cambio Climático, para informar en relación con el objeto de estudio de la Comisión. (20/11/08)
  • Secretaria de Estado de Cambio Climático, Dña. Teresa Ribera Rodríguez, ante la Comisión Mixa para el Estudio del Cambio Climático, para explicar las estrategias de actuación previstas para la presente Legislatura por parte de su Secretaría. (26/11/08)
  • Vicepresidente de Toyota España, D. Daniele Schillaci, para informar en relación con la materia objeto de estudio de la Comisión. (4/11/08)
  • Miembro de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), D. Juan José Nava Cano,  para informar en relación con la materia objeto de estudio de la Comisión. (4/12/08)
  • Declaración institucional relativa a las recomendaciones de la Comisión al Gobierno, de cara a la XIV Conferencia sobre el Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a celebrar en Poznan (Polonia) los días 10 y 11 de diciembre de 2008. (4/12/08)

¿¿¿Mande??? La comisión no tiene dos meses de vida. Han hablado con dos ministras de Zapatero y una secretaria de estado; el presidente y un vicepresidente del IPCC; el director del Observatorio de Sostenibilidad (no se caerá, no); un tío de la CEOE; y un vicepresidente de Toyota España. Todos burócratas, y un interesado. No han hablado con un solo científico, ni siquiera con alguien a quien se puede llamar experto en el clima, pero ya pueden hacer una declaración institucional, para recomendar al gobierno sobre su postura en una conferencia internacional. ¡Guau! ¿Y cuanto costó esa broma de mal gusto?

Pero lo malo es que sigue …

  • Comparecencia del Alcalde de Vigo (Pontevedra) y Presidente de la Red Española de Ciudades por el Clima, dependiente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), D. Abel Caballero Álvarez, para informar en relación con la materia objeto de estudio de la Comisión.  (10/01/09)

¿El alcalde de Vigo les puede informar sobre el estudio del cambio climático? ¿Y por qué no sobre la profilaxis sexual en Katmandú?

  • Secretaria de Estado de Cambio Climático, Dña. Teresa Ribera Rodríguez, para informar sobre el acuerdo político alcanzado en el Consejo Europeo de los días 11 y 12 de diciembre de 2008, sobre política contra el cambio climático y de los resultados de la «Cumbre del Clima» celebrada en Poznan (Polonia) los días 1 a 12 de dicho mes. (14/01/09)
  • Ministro de Industria, Turismo y Comercio, D. Miguel Sebastián Gascón, para informar sobre las medidas políticas que adoptará su Departamento para combatir el cambio climático. (5/02/09)
  • Secretario de Medio Ambiente y Salud Laboral de la Unión General de Trabajadores (UGT) de Cataluña y Representante de la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT, D. Dionís Oña Martín, para informar sobre la materia que constituye el objeto de estudio de la Comisión Mixta para el Estudio del Cambio Climático. (26/03/09)
  • Secretario de Medio Ambiente de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO), D. Llorenç Serrano Jiménez, para informar en relación con la materia objeto de estudio de la Comisión. (31/03/09)

Jó, más bomberos torero para informar sobre el estudio del cambio climático.

  • Director General del Instituto Español de Oceanografía (IEO), D. Enrique Tortosa Martorell, ante la Comisión Mixta para el Estudio del Cambio Climático, para informar en relación con la materia objeto de estudio de la Comisión. (14/04/09)

¿Por fin un científico? Bueno, sí y no. Y muy poquito, y nada que ver. Tortosa es Doctor en Ciencias Químicas. Entre 1965 y 1985 trabajó en el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos de Valencia, en en el área de la ciencia y tecnología poscosecha de los cereales, con especial referencia al arroz y a los productos de panificación, tanto desde el punto de vista tecnológico como de investigaciones básicas en la química y bioquímica de estos productos. A partir de ahí, pura burocracia política en instituciones científicas, sin relación con el clima [Currículum –>].

  • Vicepresidenta Primera y Consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Dña. María Jesús Ruiz Ruiz, ante la Comisión Mixta para el Estudio del Cambio Climático, para informar de la política del Gobierno autonómico para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. (21/04/09)
  • Presidenta del Foro Nuclear, Dña. María Teresa Domínguez Bautista,  a fin de que pueda exponer su opinión sobre la materia que constituye el objeto de dicha Comisión. (21/04/09)

Una vendedora de energía nuclear, que sin duda sabe un montón de lo suyo, pero tampoco tiene por qué saber nada del clima.

  • Miembro de la Plataforma Coalición Clima y Secretario General de WWF/Adena, D. Juan Carlos del Olmo Castillejos, para informar en relación con la materia objeto de estudio de la Comisión. (28/04/09)
  • Director de la Organización «Mediterrània. Centre d’Iniciatives Ecològiques» de Tarragona, D. Ángel Juárez Almendros,  para informar de las medidas de impulso que, en el ámbito de la protección del medio ambiente, pueden realizarse a través de organizaciones sin fines lucrativos y de las propuestas de futuro de dicha Organización. (19/05/09)
  • Director General de Sistema Electrónico de Negociación de Derechos de Emisión de Dióxido de Carbono (SENDECO2), D. Ismael Romeo García,  para informar de cuestiones de interés para la citada Comisión. (9/09/09)
  • Secretario Ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), D. Yvo de Boer,  para informar sobre el desarrollo de la negociación internacional y perspectivas de la Conferencia de las Partes de Copenhague, así como para exponer su opinión sobre la materia que constituye el objeto de la Comisión. (25/06/09).

Flipo tanto que prometo hacer campaña en esta edición por don Jordi Sevilla, capaz de enterarse en dos tardes de todo lo que hay que saber sobre cambio climático, y no como otros.

Notas: (1) En «trola masiva», la mentira no es la remota posibilidad de que nuestras emisiones de CO2 puedan tener un efecto significativo en el clima, o que este efecto vaya a ser más negativo que positivo, sino que esa hipótesis sea una asunto científico con cierto grado de evidencia y fiabilidad.

Actualización: Al final, todos contentos. Y Jordi Sevilla sigue ejemplar; en este caso, ejemplo de la argumentación calentóloga: contesto a lo que eres (según mi clasificación), no a lo que dices. Lo de «menos lobos» es por el moto que aparece en Twitter. Se lee de abajo a arriba:

Una injusticia. Ha tenido lugar la final de los Premios Ruiz de Elvira al Asno Alarmista Climático, y no ha ganado Eustoquio Molina.

Mal organizado. Pones a un público no muy especializado a juzgar los méritos relativos de una multinacional del miedo y la caradura ecologista contra un desconocido de nombre Eustoquio, ¿y quien va a ganar? ¿El Eustoquio? ¡Imposible!

Y sin embargo, ¿cómo no apreciar el esfuerzo del pobre catedrático dedicado a esparcir el mensaje alarmista, y los insultos contra los escépticos –¡fachas!-, en todo tipo tugurios dispuestos a acoger animosas conferencias etílicas? ¡Ay, votantes desavisados! ¿No visteis el vídeo? ¿No sabíais del Excelentísimo don Eustoquio Molina llamándoos extrema derecha, en cervecera comandita, a los que no os creéis que el CO2 traiga el fin del mundo inminente? ¡Pues vedla!

Pobre Eustoquio. Ni siquiera ha sido segundo. ¿Y cómo iba a serlo, compitiendo también con el Comisario Europeo de Energía, competente asno alemán conocido por Günther Oettinger? Es aquel que dijo que estábamos perdidos por la radiación de Fukushima, siguiendo a Ruiz de Elvira, y salió en todos los periódicos y teles de Europa. Y si a Eustoquio no le llevan ni a la Noria, ¿cómo va a competir con todo un comisario? Ya puede dar todas las conferencias que quiera a los osos cerveceros, que no hay manera.

Una desgracia, y una injusticia. Primer Premio Ruiz de Elvira para la WWF del osito panda enternecedor. (WWF nació antes de lo del cambio climático, y por eso no usa un osito polar) Greenpeace. Un contradiós, porque una organización no puede ser un «asno climático», por definición. Si acaso una mafia. Y el segundo premio para el nota teutón. Un abusón. Por eso quiero desde aquí dar mis máximos ánimos y parabienes al esforzado Eustoquio Molina, al que por supuesto yo voté. Y por el que hice campaña. Sin ningún éxito.

Pero se repondrá. Él vive en un cuento de buenos y malos, progres y fachas, y los cuentos siempre acaban bien. Y además, los buenos son buenísimos, y los malos malísimos. No deja de ser un consuelo.

Recomiendo ver los resultados completos, y el desarrollo de la prueba, en la web de los premios:

Eustoquio tiene problemas. Un doble problema. Como los Premios Ruiz de Elvira al Asno Sostenible están alcanzando popularidad, su candidatura está perdiendo fuelle porque su figura no es muy conocida, pese a los esfuerzos que hace diciendo majaderías al respetable. Por otra parte, su hipocondría verde le lleva a pensar que se va a ahogar en la avalancha de la subida de las aguas de los océanos. Lo miedos no podemos quitárselos, no somos del gremio de la psicología. Pero podemos echarle una mano para intentar que al menos no pierda el premio.

Bueno, la mano la echa él, realmente. Nosotros sólo ponemos el foco. Y eso que nos llama fachas cada vez que tiene oportunidad. Nunca nos lo agradecerá.

No es difícil encontrar las cosas de Eustoquio. Ni se corta él, ni se corta la prensa. Esta vez es el diario Vasco, Grupo Vocento. [–>]

Si el nivel del mar sube por el calentamiento de la Tierra, lo que supondrá que se derritan los glaciares y los casquetes polares, vamos a tener un serio problema y guerras

El nivel del mar lleva subiendo 12.000 años. En el anterior interglaciar (Eemiense), la temperatura fue 1 ó 2 grados superior la actual, y no se derritieron los casquetes polares, ni de lejos. Supongo que por «casquetes polares» se refiere a los glaciares polares (Antártida y Groenlandia), porque los casquetes (banquisa) apenas pueden subir el nivel del mar, lo mismo que el derretimiento del hielo del gin&tonic no hace desbordar el vaso.

 Si tenemos en cuenta la superpoblación del planeta y que gran parte de sus habitantes viven al nivel del mar, ¿a dónde se van a desplazar?

¡Pues al nuevo nivel del mar, Eustoquio! ¿Sabes qué? Que la mar está subiendo a una media como de unos 2 mm al año desde hace unos 150 años. Eso son 20 cm en un siglo. Hasta el coral crece más rápido. Y ocurre desde mucho antes de que el CO2 que tiramos fuera significativo. Sorpresa: no se está acelerando desde que interviene el CO2 en la ecuación. No hay diferencia con o sin todo ese CO2.

El problema es claro. Ya hemos tirado mucho CO2, se debería de notar en la subida del nivel del mar, y no se nota.

Y hay más sorpresas. En todos esos países que se iban a inundar y a producir millones de «refugiados climáticos», lo que ha ocurrido en realidad es que la población ha subido espectacularmente.

Es que se trata de un problema tremendo del que la sociedad todavía no es consciente. Incluso hay países que piensan que es mejor que suban las temperaturas; «así estaremos más calentitos». La realidad es que pequeños cambios en la temperatura producirán enormes cambios en el medio ambiente que llevarán a la extinción de muchas especies, especialmente las que viven al lado del mar.

Sí, un problema tremendo. Y sin duda alguna desconocido [–>]:

Lástima que a veces asome el plumero. ¡Ah, la política!

Sí, pero la verdad es que a la población hay que mentalizarla y si ésta es consciente de lo que está ocurriendo dejaría de votar a los políticos tradicionales y daría su apoyo a los partidos ecologistas.

Pero las majaderías no tienen límite:

-Frente a este panorama que usted plantea luego están los llamados científicos negacionistas, que creen que estas predicciones son una falsa alarma.

-Esos no son científicos, en todo caso serán pseudocientíficos o políticos interesados.

¡Ajá! Entonces son «pseudocientíficos» gente como Richard Lindzen, Roger Pielke, John Christy, Roy Spencer, o Anastasios Tsonis, por citar sólo un repóker de ases de amplio espectro, que coinciden en poner en cuestión el rol atribuido por el IPCC al CO2 en la pequeña subida de temperatura observada el siglo pasado. Y el científico de verdad, el fetén, es Eustoquio.

Ah, no. Perdón. Que Esutoquio dice «pseuocientíficos o políticos interesados», y cuando pasa a explicarse, solo menciona … ¡tachán! … ¡a Aznar! ¡Jooorl!

No lo dudes:

¡Vota  Eustoquio!

Tras una extraordinaria labor en la web de los Premios Ruiz de Elvira por parte Eclecticus (El escéptico climático), y Pepe Salama (Pintopinto), y la difusión por parte de Luis Ignacio Gómez (Desde el Exilio), parece que el mensaje va saliendo del cascarón, y que es bien recibido. Valga como ejemplo este montaje de Pepe Salama en Youtube, a base de un video con el audio de un trozo del «resumen de noticias» de la Noche de César, en Esradio, añadiendo las fotos de los periodistas participantes. María Blanco, Lucía Prieto, Mariano Alonso,  Carmelo Jordá y José García Domínguez.

A ver si cuaja. Es un mensaje que tiene muchos más receptores potenciales que emisiones actuales. Cuando hablas con la gente, del ambiente que sea, hay un número muy notable que se lleva las manos a la cabeza, y alucina con las exageraciones y tergiversaciones verdes que salen en la prensa. Pero esa corriente de opinión, cada vez mayor, no se ve reflejada en lo que emite la prensa. Y están, entre un poco hasta el gorro, y un mucho escépticos de la profesión y la industria del periodismo.

Es un problema de civilización, y de responsabilidad. El espacio público no sólo es determinada área física como las aceras o las carreteras; también es un espacio de interacción social, sobre todo en su vertiente masiva. Así como no es lo mismo, ni igual de importante, el estado de mantenimiento de una corredoira en un cerro perdido de la Sierra del Caurel, que el de la A-6 a la salida de Madrid; tampoco es igual el estado de mantenimiento del debate público entre dos marujas pasadas de vueltas en un patio de corrala, que lo que sale de una televisión de ámbito nacional en boca de un catedrático que se las da de experto sin justificación aparente.

Pero tampoco sería deseable que las leyes se encarguen del mantenimiento de esa parte del espacio público. Al final leyes quiere decir políticos. Y basta echar un vistazo al estado del espacio de debate político para darse cuenta de que civilización y responsabilidad no son factores que influyen en su conducta, y que no están por la labor de superar el nivel del patio de corrala.

¿La solución? Pues por ejemplo los Premios Ruiz de Elvira. Poner al asno frente a su rebuzno, en la esperanza de que tarde o temprano lo acaba comprendiendo, y se corte un poco. Y si no ocurre lo ideal, al menos que la gente tenga un punto de comparación entre la afirmación estrafalaria y tremebunda, y la realidad. Cosa de que sepamos dónde estamos, y cuáles de las señales que recibimos son solo ruido grosero.

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