Siempre lo digo, pero (casi) nunca lo hago. No pienses; mide. O por lo menos nunca pienses antes de medir, sino después.

Es increíble, pero sirve para cualquier cosa. Para ver la imbecilidad intrínseca de las ideologías. Para comprender el error de partida de la ciencia estilo “cambio climático”. Y, por supuesto, para darse cuenta de lo tontos y pretenciosos que somos algunos autores de blogs de chichinabo.

La clave me la dio Sefuelix, ayer. Se ve que el cerebro no me da para verlo por mi mismo.

Sefuela Dice:

marzo 26, 2012 at 3:27 pm

Por cierto, Plaza, esta vez te has superado. Genial entrada con tan sólo dos palabras (“yo no”) . En otras dos palñabras: Im-presionante.

Y así fue. 80 comentarios del tirón en un sólo día, y a cada cual más interesante. Con varios primerizos. Más de 9.000 palabras de pensamiento colectivo, indudablemente mejores que la entrada pedorra habitual.

Así que entre la prisa de hoy, y la luz recién descubierta, os dejo la palabra. (Parece que estoy de broma, pero es que realmente me encantó).