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Rosa Díez está cabreada, como los nacionalistas. Y como ellos, no le ha puesto pegas a la reformita de la constitución por el qué, sino por las formas. Dice que el problema es hacerlo sin referéndum, pero la realidad es que no ha podido meter la cuchara en el guiso, y eso es insoportable para la soberbia de la diputada con nombre de partido.

¿Revisamos la jugada?

Nuestra demócrata favorita se ha pasado cuatro años clamando por la necesidad de que los dos grandes partidos se pongan de acuerdo en las grandes cuestiones de estado. No se la ha oído en todo ese tiempo ni una sola mención a la necesidad de un referéndum para legitimar esos pactos necesarios.

No hay nadie medio sensato que no defienda que la reformita es buena y necesaria. Por «medio sensato» quiero decir que ni es de Izquierda Unida, ni un broncas antisistema. A algunos les parece una reforma insuficiente, pero a nadie le parece una reforma en la mala dirección. Tampoco Rosa Díez ha esgrimido ningún argumento en ese sentido.

Así que tenemos a Rosa Díez protestando porque ha ocurrido, por una vez, exactamente lo que venía pidiendo. Y se queja con la disculpa de que las formas no se corresponden con algo que jamás había pedido hasta ahora. Es más, en las propuestas «regeneración democrática» de su partido, no existe ninguna mención a darle más fuerza ni mayor costumbre a los referéndums en España.

Pongamos que le hacen caso a Ros Díez y a los nacionalistas. Por ejemplo, esa tercera urna que pide. ¿Cual sería la consecuencia? Hay dos posibles.

  1. El referéndum sale no.
  2. El referéndum sale sí.

1. No es nada inverosímil imaginar un resultado negativo, promovido por  una pinza entre nacionalistas, la muchachada antisistema del 15M, los antisistema proetarras, más Rosa Díez. El deterioro de la situación política y el formidable desprestigio de la clase política serían una ayuda muy a tener en cuenta. El resultado sería no hacer una reforma que la misma Rosa Díez sabe que es completamente necesaria (no lo niega), y España quiebra. Y tal vez se disuelve la Unión Europea.

2. El referéndum sale sí, con todas la formalidades que ahora se le ha ocurrido exigir a la sensible demócrata. Pero como los plazos son los plazos y los pagos vencen cuando vencen, España entra en quiebra porque ante la duda nadie le refinancia lo que debe. Y tal vez se disuelve la Unión Europea. Espero que en la propuesta de Rosa Díez figure que el primer pago suspendido sea su propio sueldo, y lo que le dan a su partido, fundación, etc. No me parece haber oído nada en esa línea.

Los dos posibles resultados conducen a la misma consecuencia.

La chavalería estaba ayer muy excitada en Twittter porque Rosa Díez era tema del día. ¡Qué valiente! ¡Con dos cojones! En ese plan. Se ve que la España de la «política cojonuda», que decía Unamuno, no cambia. Dejo un par de enlaces para los extravagantes que prefieran, en política, una víscera de materia más gris que las gónadas.

Mikel Buesa:

Jesús Encinar:

Y los que sigan prefiriendo las gónadas lo pueden mirar así: cuando los nacionalistas protestan, es bueno.

Menos mal que nos salva la aparición ocasional de alguna juez Alaya, porque si no esto sería peor que una película de la mafia. Nuestros Corleones tienen dos problemas graves, y no me extrañaría que intenten desactivar ambos. Los jueces no comprados, e internet.

Lo que es alucinante es el nivel alcanzado por la desvergüenza. Les están acusando nada menos que de llevárselo crudo mediante los EREs – ¡el dinero de los parados!, y no se les ocurre nada mejor que alegar que las actas de los consejos de gobierno andaluz son secretas, y no las puede ver la justicia. Y menos que nadie las puede ver Alaya, a la que intentan crucificar civilmente como al finado Marino Barbero. ¿Alguna pancarta de acampado o pijamero va a hacer alusión al caso? Se admiten apuestas.

¿Se os ocurre caso más sangrante, asesinatos al margen? El consuelo es que la Audiencia de Sevilla se ha portado:

La Audiencia considera que las actas no son secretas en virtud de los artículos 30.3 y 31 de la Ley del Gobierno de la Comunidad, pues «lo declarado por la Ley reservado son los documentos y lo declarado secreto son las deliberaciones, nada de lo cual han de aparecer» en las actas, que recuerda que es «lo único reclamado» por la juez. [LD –>]

Si queremos mejorar el mundo – o al menos el sistema mafio político español, mediante acampadas y otras alegres movidas, podíamos empezar por usar los casos concretos que tenemos delante de las narices, día a día. Y si le tocan al PSOE, mala suerte; ya le tocarán también al PP, que hay para todos.  Pero nada como apuntar con los salivazos y tomatazos (metafóricos, por favor) al caradura que pretenda ocultar unas actas oficiales al juez que persigue un delito de corrupción. Aun más, nada como intentar controlar a la mafia, y exigir que las actas de gobierno se publiquen en 24 horas en la red.

Puede haber algún caso muy especial que justifique el secreto. Serán excepciones muy concretas, como asuntos militares y cosas así, que se pueden definir por ley, y que ningún gobierno autonómico maneja. Y sería bien fácil que en esos casos se levante una acta aparte y secreta, mencionada en el acta principal. Y por supuesto 20 años de cárcel efectiva para quien haga trampas con el secreto, y esconda lo que no toca. ¿No está pidiendo transparencia nuestra esforzada muchachada? ¿Y por qué no ponen el dedo en la llaga, y hacen propuestas definidas?

Hay otra solución. Faisán el Veraz está muy contento con las propuestas del 15-M, y parece dispuesto a llevaras al parlamento o a su programa. Él es el político profesional, y por tanto mucho más capaz de convertir el petición genérica en propuesta concreta. Que proponga un montón de años de cárcel para quien ose copiar el comportamiento ocultista de sus compañeros de Andalucía. ¡Ánimo, Ruby!

Ayer hubo varios comentarios a cuenta de una iniciativa, de no se sabe quién, llamada Referéndum 15 de Octubre. Muy en el ambiente de las acampadas y otros jolgorios del movimiento 15M. Y me parece interesante que se hable del asunto.

No, no estoy de acuerdo con sus propuestas. Lo explico, pero no tengo nada en contra de la iniciativa. No comparto las pegas que he visto, en el sentido de que es un «referéndum ilegal». En primer lugar porque no es un referéndum, aunque se lo llamen, sino una forma de lanzar un mensaje. Y después porque no me obsesiona la idea de que las leyes estén para cumplirse, sino para cumplir los objetivos que se les suponen. Y saltarse una ley (si fuera el caso), sin perjuicio aparente para nadie, es algo con muy pocas posibilidades de preocuparme.

La iniciativa es sin duda demagogia, y de la más barata. Pero no está nada mal discutir lo que plantea, porque va al grano del problema de si nuestro sistema ha fracasado. Y, ¡ojo!, que la cosa tiene morbo. Lo que nos venden todos los políticos es que lo que tenemos es la democracia, y que no hay alternativa a la democracia. Como la tesis es aceptada muy mayoritariamente, el resultado es que o se puede mejorar lo que hay, o estamos condenados a la caca que tenemos.

La gente esta del Referéndum 15 de Octubre plantea preguntar a quien quiera contestar cinco preguntas, que pongo a continuación, con esta idea previa:

Vamos a decir si queremos una democracia más justa y participativa, en la que aquellos que se aprovechen de sus cargos públicos sean perseguidos; si queremos que sea efectiva la separación entre justicia y política; si queremos, además, que la economía esté al servicio de las personas, y no las personas al servicio de la economía.

  • ¿Quieres que tu voto tenga un valor justo y poder elegir libremente a tus representantes? Reforma del sistema electoral: mayor proporcionalidad y desbloqueo de las listas electorales.
  • ¿Quieres saber cómo se gastan tus impuestos? ¿Quieres erradicar la corrupción política? Transparencia, mecanismos de control, y lucha contra la corrupción.
  • ¿Quieres evitar la influencia política sobre los jueces? Separación de poderes: independencia del poder judicial.
  • ¿Quieres tener voz y voto en las decisiones políticas que más te afectan? Democracia más participativa: potenciación de referéndums, Iniciativas Legislativas Populares, y presupuestos participativos.
  • ¿Quieres que la economía esté al servicio de las personas y no las personas al servivio de la economía? ¿Quieres que los responsables de la crisis paguen por ella? Economía responsable, justa y sostenible.

Es evidente la demagogia, porque son preguntas a las que no se puede contestar que no. Aunque yo lo voy a hacer con dos (raro que es uno). Y son preguntas que no conducen a ninguna acción, porque son demasiado imprecisas. Apenas una declaración de buenas intenciones. Y sin embargo son preguntas que ponen el dedo en la llaga, porque su misma enunciación es la demostración del fracaso del sistema. La demostración de que la gente no se siente representada por sus representantes y sus decisiones, y de que no se fía de ellos.

La primera pregunta son dos en una, y se puede contestar sí y no. Absurdo. Aparte que no hay definición de «valor justo» (tiene varias soluciones).

La segunda no define cómo se va a hacer, y te pueden contestar que ya tenemos transparencia, mecanismos de control, y lucha contra la corrupción.

La tercera, lo mismo.

La cuarta es más o menos aceptable.

La última pregunta, sobre la economía, aunque es trampa, es el eje sobre el que debería centrarse la discusión política: ¿Cuánto gasto público – una vez conseguido que los políticos no se lleven el saco? Pero la demagogia es acojonante. Las soluciones propuestas, «responsable», «justa» y «sostenible», no tienen relación con el falso dilema suscitado.

Aun así, yo voy a participar. No se le puede pedir lógica al producto de la LOGSE. Y voy a contestar que no a la primera y a la última, por las razones mencionadas. ¡Ah!, y me importa una higa de dónde sale la propuesta. Nunca me importa «quien» dice, sino lo que dice.

Pasen, y vean:

Guzmi The Madriles

Ni que decir tiene, Plaza, que, por si había alguna duda, me cago líquido en esta democracia, en su corazón, en sus membranas intercostales, en sus corvas y hasta en sus lobanillos. Lo que me interesa del artículo de Sostres es esa triste constatación a la que aludía en mi primer mensaje acerca del infinito espectro de derechos a los que se creen acreedores un nada despreciable número de nuestros yogurines, amén de la progrez oficial. La funesta confirmación de cómo la papilla ideológica suministrada durante largos años por las terminales prisaicas, deplorando todo cuanto tenga que ver con el mérito, el esfuerzo, la excelencia, la responsabilidad, el ahorro, el vestirse por los pies y, en definitiva, los únicos valores empíricamente demostrados como capaces, diríase imprescindibles, en orden a hacer progresar a una sociedad; la confirmación de cómo esta papilla, decía, ha acabado por provocar unos efectos que no sé si serían o no esperados pero que, en cualquier caso, me aterrorizan.

De entre las experiencias positivas que me brindó militar en DRyA el tiempo que allí estuve, que fueron muchas, recordaré siempre la mesa redonda que tuve ocasión de compartir con los geypermanes Ralfi Simancas, Teófilo de Luis, Fernando Landecho y un menda de IU cuyo nombre no recuerdo en el aula magna de la facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid durante la campaña de las generales del 2008 en las que Rosa obtuvo su acta de diputada. Ante una sala abarrotada con alrededor de 700 estudiantes que copaban poyetes de ventanas, escaleras y pasillos, y que disparaban sin piedad sobre economía, sanidad, educación, vivienda, medioambiente, etc., etc., etc. y todos los etc. que puedas imaginar, hubo un hecho que me pareció sumamente expresivo de lo que trato de explicar. Fue cuando, preguntado acerca de las iniciativas que proponía DRyA en materia de vivienda y de cómo facilitar el acceso a ella a jóvenes y jóvenas, se me ocurrió decir (después de soltar el rollo que tenía preparado sobre la liberalización del suelo municipal y tal) que también había que tener muy presente una cosa: «¿Cuántos de vuestros padres o abuelos consiguieron comprarse el piso a los 18 ó 20 años? ¿Qué os creéis, que porque la constitución consagre el derecho a una vivienda digna eso supone que os tenga que caer del cielo? No, amigos todos, no es el derecho a que te proporcione nadie ningún bien o servicio. Qué más quisiéramos… Es la obligación que tenéis todos de prepararos en este perro mundo competitivo de la mejor manera posible para poder realizar un trabajo en el que escornaros como cabrones a fin de conseguir ahorrar lo suficiente como para pagarte tu vivienda, así como tus restantes necesidades y las de tu familia.»

Oye, pues esto que parece tan obvio, no lo dijo nadie más que yo, que hablaba el último. Y toda la muchachada callada como si estuviera muerta. Como si hubiesen oído a un marciano que acabara de salir de una nave. Alucinante. Y esa misma respuesta puedes extrapolarla a todo lo que se te ocurra que huela a libertad, a responsabiilidad, a no preguntes qué es lo que la sociedad puede hacer por ti sino qué es lo que tú estás dispuesto a hacer, no ya por la sociedad, sino por ti mismo.

Lo que dice Sostres… Esta generación, y no por su única culpa, ha sido nefastamente enseñada. No sólo en conocimientos sino en algo infinitamente más importante: en valores. Se quiere todo y ya porque se les ha inculcado que tienen derecho a ese todo. Y además a una arcadia feliz de pitufos y botellones donde no hay pobreza ni enfermedad ni guerras ni integrismo religioso ni accidentes de tráfico ni malos ni… ¿Pero qué fue el asalto a la comisaría de Pozuelo durante las fiestas del pueblo de hace un par de años sino eso? ¿Pero qué son las algaradas que se montan en las fiestas de Gracia todos los años en Barcelona sino eso? ¿Pero qué son las más de 2.000 denuncias formuladas cada año por padres contra sus hijos por maltrato sino eso? ¿Pero qué refleja la telemierda que se emite por doquier sino eso? ¿Pero qué te cuenta entre sollozos todo el que tiene la desgracia de trabajar en el mundo de la educación sino eso?

Con la impagable ayuda de este estado de mierda hemos malcriado a toda una generación de niños dioses que, ya creciditos, vienen a reclamar lo que les corresponde. Me da a mi que esto va a ser una masacre (en el sentido metafórico y quizás no tan metafórico del término).

Empecemos por la oferta. Le ofrezco mi voto y mi apoyo crítico a Ciudadanos, si mantiene la propuesta de contar los votos en blanco en las elecciones, y dejar vacíos los escaños que les correspondan. Y si, además, hacen un poco de pedagogía del asunto – no vale que lo tengan escondido en el programa.

Y sigamos por la tesis. Se puede defender que lo racional es votar al PP para salir de la merdé en que estamos. Y se puede defender que es más sensata una crítica al sistema completo, ya que es lo que nos ha traído hasta aquí. Pero la segunda opción es delicada, puesto el sistema no tiene un mecanismo valido anti mamandurria, o de control de la misma.  ¿Como se podría instaurar, a través de la mamadurria ? ¡Venga ya! ¿Con un partido político ad hoc? ¡Sí, como UPyD!

La alegre muchachada del 15M nos ha enseñado muchas cosas. Entre otras, cómo no hacerlo. Ha sido un perfecto despropósito desde el principio hasta el caos actual. #No les votes, decían. ¿Y a quién? ¡A los de la ley Sinde! Al PSOE, PP y CiU, que los demás son fetén, al parecer. Bildu, mismamente.

Jóe, con España desparramándose por las alcantarillas, los millones de parados, y lo que mola en preocupación y protesta es la ley Sinde. Y luego, los de «democracia real ya». Probablemente no saben ni la mitad de los distintos intríngulis del asunto, pero lo quieren «real», y «ya». ¡Ea!, conocerte es amarte, baby. Y a tomar las plazas y dar mucho por saco, para pedir …  – bueno, no sé, ¡democracia real ya! Pues ya tenemos «democracia real ya».

¿Y ahora, qué vamos a hacer con tan real e inmediata democracia?

Infinitamente mejor los escaños vacíos. Es la perfecta válvula de escape del sistema, sin joder a nadie. Es incluso la perfecta medición del estado del sistema; la forma de saber si funciona medio bien, o no funciona. Y si lo atascas, porque hay demasiados escaños vacíos, ya saben los partidos que tienen que espabilar para convencer a la gente de que les vote a ellos, en vez de dejar los parlamentos semivacíos. Entonces sí no les quedaría más remedio que escuchar, y hacer su labor en condiciones. Pero claro, no es divertido, no es espectacular, y encima hay que pensar. Y mientras no seamos capaces, tendremos a los cafres gozándola con el escupitajo al diputado, y consiguiendo cualquier cosa entre la nada y un gorila Chávez. Sin darse cuenta de que a la mamandurria le duele más un escaño desaprovechado que todos los escupitajos del mundo.

Así que ahí queda mi oferta a @Albert_Rivera. Pero solo  si mantiene la propuesta de contar los votos en blanco en las elecciones, y dejar vacíos los escaños que les correspondan. Y si, además, hacen un poco de pedagogía del asunto. Y si no, a CenB. Es puro civismo, y debería pedirlo incluso el que no piensa usarlo. Mucho mejor los escaños vacíos por los votos, que porque los cafres impiden entrar a los diputados. Y quitas razón a la protesta salvaje, puesto que habría soluciones elegantes para protestar. – ¿Elegantes? ¡La hemos jorobado, jamás funcionará! -.

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