No me lo estoy inventando. Viene de un informe de la Plataforma per la Llengua sobre el uso del catalán en los patios de los colegios. Y la conclusión es que los jóvenes …

no veuen que el català sigui una llengua atractiva i pròpia, tot i ser competents en aquesta llengua i saber fer-la servir

Se puede suponer que los salvadores de lenguas son incapaces de apreciar que no hay ninguna diferencia entre «no ver», y «no ser».  Si no ves que la Juani sea atractiva, eso significa que la Juani no es atractiva para ti. Y lo mismo pasa con propia. La Juani sólo es «tu Juani», si la ves como tuya; si no, no. O sea, que si los jóvenes catalanes no ven el catalán como atractivo ni propio, eso significa que -para ellos- no es ni lo uno, ni lo otro. Y ese es el estado real de la vernaculitis en España. Mucho postureo, y ningún interés.

Todo el mundo habrá oído hablar del estudio de campo. Una observación de 750 alumnos y 50 profesores, en 50 escuelas de los 35 municipios más poblados de Cataluña. Organizaban unos «talleres», explicados en principio en inglés. Y miraban en qué lengua se relacionaban los profesores con los alumnos, y estos entre sí, cuando pasaban del inglés a una lengua más cómoda.

El resultado dice que, en el patio, sólo el 24% de las conversaciones son en catalán. Pero con una diferencia notable por edades. En las escuelas sale el 35%, pero en los institutos baja al 15%. Según creen los de la Plataforma per la Llengua, «la posible explicación es la falta de referentes culturales y de lectura para los adolescentes».  «Los jóvenes quieren parecerse a sus referentes, que en estas edades encuentran sobre todo en redes sociales como Instagram o Youtube, donde el castellano es mayoritario».

Incluso en zonas más catalano-parlantes se ve esta diferencia. El uso del catalán en los patios baja del 75% en las escuelas, a un 46% en los centros de secundaria.

En las zonas más castellano-parlantes, lo de las lenguas es para nota. Los alumnos hablan entre sí en catalán, en el patio, menos del 4% de las veces. Pero los profesores insisten en darles la tabarra en catalán el 88% del tiempo. Completamente bilingüe, pero con una lengua de los profesores y una lengua de los alumnos.

Regió7.cat:

El asunto tiene no poca ironía. España, un país que llegó tarde a la Ilustración y a la modernización, es probablemente el país europeo de tamaño grande que ha mantenido más en uso las lenguas regionales. Mucho Franco y mucha vaina, pero aquí hemos mantenido fablas y bables como para regalar. Porque era algo mucho más relacionado con el analfabetismo que con la política. Los «fachas» y tal. Pero ahora nos ha dado por politizar las lenguas, que resultan muy útiles de cara a esa estrategia tan en boga de las identidades víctimas. Y todos amamos apasionadamente nuestros vernáculos … de puertas para afuera. Pero a la hora de hablarlos, como resulta que no son ni atractivos ni propios,  mejor que los hable su abuela.

Para desesperación de políticos identitarios y desaprensivos, los chavales entienden muy naturalmente el asunto de las lenguas. Como que son parte de nuestra naturaleza. Las creamos, las usamos, y cuando se desgastan no tenemos ningún problema en tirarlas a la papelera. ¡Porque nunca nos han faltado lenguas que hablar! La lengua es la herramienta perecedera, e inagotable, por excelencia.

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