¿Estás harto de los cuentos ecolojetas? ¿Cansado del alarmismo ridículo y la campaña de sugestión masiva? ¿Hasta el gorro de que te digan cómo tienes que vivir, pensar, sentir, comer y producir? ¿Quieres desterrar las trolas prodigiosas de la vida política?

Probablemente el vaso se ha colmado con las exageraciones, tergiversaciones, y desinformación general de los medios de comunicación en al accidente de la central nuclear de Fukushima. Y muy posiblemente el máximo hito haya sido ver a un autotilulado experto, catedrático de física aplicada por lo demás, asegurar a bombo y platillo, en las Noticias de las 3, de Antena 3, que el destino inevitable de Fukushima eran 10o kilómetros a la redonda de tierra inhábil para la vida durante muchos siglos.

Pasemos por alto las afirmaciones del tipo de «los científicos sostenemos» que lo que están haciendo los ingenieros no puede funcionar, y solo queda llorar. Pero todo el mundo que quisiera enterarse sabía que no hay punto de comparación entre Fukushima y Chernobyl, y que Chernóbyl no ha sido «inhábil para la vida» ni siquiera durante un cuarto de siglo [–>]. Sin embargo este conocimiento al alcance de todos no ha preocupado a la prensa y sus «expertos», dedicados exclusivamente a vender el apocalipsis. Da la impresión de que se trata de encajar un cuento preconcebido, y ¡lo sentimos mucho por la realidad!

Pero no es este el único mérito del egregio Ruiz de Elvira. Al contrario, lleva mucho tiempo acumulando papeletas desde El Mundo, y todo ello nos ha llevado a elegirle  como inspiración, y bandera, de los premios con los que pretendemos señalar el problema de desinformación masiva. Tanto si se trata de pontificar sobre los sistemas de analizar explosivos (11-M), como de decir todas las majaderías inimaginables sobre cambio climático, Ruiz de Elvira siempre ha demsotrado ser capaz de elaborar la más gorda. No vamos a hacer un listado, porque son de sobra conocidas. Y en todo caso, quien lo desee puede colgar su anécdota favorita en un comentario, para regocijo y recuerdo de todos.

Tal vez sea un poco injusto personalizar en un «experto», por el peligro de olvidar que sin el medio de comunicación de turno el experto no es nada. O al menos no hace daño alguno. Pero lo que vale es el ejemplo, y en España no hay mejor ejemplo de exageraciones y burradas sin rubor a cuenta de cualquier cuento ecologista, que nuestro amigo Ruiz de Elvira. Merece por ello la distinción y el honor de ser el ejemplo de los que van a ser premiados en el futuro, que después de todo no habrán hecho nada distinto de lo que él defiende y practica con tanto ímpetu.

De ahí los Premios Ruiz de Elvira al asno sostenible. Para señalar cómo aquellos de los que se supone y espera información, en realidad se dedican a contar cuentos ridículos adornados con exageraciones imposibles, en aras de una imaginaria «sostenibilidad». Y cómo tratan de decir que sobre los cambios climáticos no hay discusión, cuando estamos ante una de las mayores discusiones científicas de nuestro tiempo, y la de mayor repercusión en la vida de la gente.

El problema en realidad llega más lejos, y para verlo no hay más que seguir el rastro del dinero, y el de la acumulación de poder. Pero esto solo es una presentación, y ya es suficiente.

Web oficial de los Premios Ruiz de Elvira al asno sostenible:

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