Interesante discusión la de ayer. Y es cierto, fue muy vaga mi propuesta de facilitar la participación distribuida. ¿Seguimos con el truco de la hipótesis concreta, pasando de teorías?

Hemos visto como funciona el sitema de presentación de enmiendas en el Chiringuito Búlgaro. Cada pardillo pare lo que quiera, lo manda a la dirección, y va a la papelera si no gusta. Y si no disgusta, pasa a una lista de enmiendas, que la comisión de turno examinará, y decidirá si la pasa a votación por el pleno de 500 delegados. Y resultará lo que resulte. ¿Habéis visto participar al afiliado mondo y lirondo por ahí? Pues yo tampoco.

¿Se puede hacer más participativo, sin que sea un desorden? Sí señor, se puede. Y esto solo será un ejemplo de los muchos que puede haber. Tal vez el más simple.

Por ejemplo hay un grupo -digamos el grupo de Guzmi, preocupado por lo de los «Consejeros Natos». 40 apparachiks entre 110 consejeros votados, que sesgan completamente el Consejo. Les parece una aberración. Así que ese grupo de cinco o quince se montan un rollete en una web (pero lo mismo podría ser un bar) para discutir el asunto a la vista de cualquiera. Las motivaciones, contraindicaciones, ventajas, e inconvenientes. Corre la voz, y hay bastantes afiliados interesados por el asunto. Y a la vista de que Guzmi y otros del grupo tienen cierto prestigio en distintas áreas del partido, han seguido la discusión y el parto. Porque ha habido parto. Una propuesta: Los 150 consejeros serán elegidos directamente por los afiliados, y además será incompatible el cargo de consejero político con ningún otro cargo en el partido. Enmienda habemus.

[Excuso decir que para que pueda ocurrir algo así primero hace falta que una norma -si no basta el sentido común- prohiba al aparato expedientar a ningún afiliado por hablar de cosas del partido donde le de la real gana, y como le de la real gana. Y que si a un Fabo cualquiera se le ocurre recriminarles por ello, el resultado será una descomual pitada, con amenaza de manteo al recriminador]

¿Y ahora? Pues ahora viene lo bueno.

Resulta que el partido se ha montado con una mentalidad abierta, en vez del chiringo. Y en su web oficial, tiene una sección oportuna para que los afiliados que quieran puedan exponer y discutir propuestas. Con un mínimo de firmas para evitar a los más zumbados. Y otras normas sobre quien puede intervenir en la discusión.

  • Un representante de los proponentes puede intervenir cuanto necesite.
  • Un representante del CD puede intervenir cuanto necesite.
  • Los miembros del CP, el órgano deliberativo por excelencia, pueden intervenir, pero con limitaciones anti postorrea.
  • Cada discusión ha de tener un buen árbitro.
  • Todos los afiliados (y a poder ser el público en general) pueden ver la discusión, pero sin hablar.

Al final, los afiliados votan. Se requiere un quórum para que la votación valga, pero si hay quórum, el resultado es ley. Añádansele después las garantías quitamiedos que se crean oportunas, en el sentido de quórums especiales y mayorías cualificadas para algunos temas particularmente sensibles. Pero sin llegar nunca a ese 100 de 110 del Gorri, plis, que para eso no jugamos.

El sistema es pervertible, como todos. Y como en todos, se pueden ir corrigiendo las perversiones. Y por supuesto no puede ser ni el único ni el principal sistema de decisión. La mayor parte de las decisiones menudas no interesan al afiliado en general. Pero las que le interesan, ¡vaya si le interesan!

Y al tiempo que el grupo de Guzmi -un poner- se interesa por la composición del CP, puede haber un grupo de Viejecita interesado en una propuesta sobre el Comité de Garantías y el envío masivo de burofaxes. Y otro de Barbarita sobre la monopolización de la «buena imagen del partido» por parte de Aparatrix. Y tal vez otro de Cryp Tols sobre la rotación de la mayor parte de los cargos  dentro del partido. O de Juan Espino, con las listas abiertas al CD. Etc, etc. Cada una de las propuestas lo tiene difícil, y depende en gran medida de que consiga despertar el interés de la tropa. El interés, por supuesto, también dependerá de la ascendencia que tenga el grupo proponente.

¿Qué, opináis que se puede, o me váis a correr a gorrazos? ¿No sería Un Partido Diferente? ¿No sería otra forma de hacer política? ¿No sería dar la voz a la gente? ¿No sería mandar a tomar por el flai el puto chiringuito?

Os pongo un caso: ¿Pensáis que en un partido así sus representantes parlamentarios podrían votar a favor de las canonjías de la SGAE, o de las imposiciones lingüísticas, o de la recoña de la nueva financiación autonómica, o de mirarse a los ojos con los etarras? No sigo, porque ya habéis pillado la idea.

Pero solo es un ejemplo. Y si este no os gusta, tengo otros 😉

Hay que ir acabando ya con la serie del Chiringuito Búlgaro, que si no la serie del Chiringuito Búlgaro acabará con nuestra salud. Pero ya que vamos de ejemplos, y ya que me lo acaban de mandar, pongamos algún ejemplo de lo que nunca, nunca, debería ser. Da vergüenza comentarlo, así que mejor que se comente solo. (Se puede pinchar para ampliar – y se recomienda leer entero)

https://i0.wp.com/cryp.dontexist.org/docs/expediente_upyd-5.jpg

Lecturas recomendadas:

La serie “Chiringuito Búlgaro”:

  1. UPyD: el chiringuito búlgaro de Rosa Díez (I) El congreso búlgaro.
  2. UPyD: el chiringuito búlgaro de Rosa Díez (II) El control del afiliado.
  3. UPyD: el chiringuito búlgaro de Rosa Díez (III) El descontrol del aparato.
  4. UPyD: el chiringuito búlgaro de Rosa Díez (IV) La confianza en los héroes.
  5. UPyD: el chiringuito búlgaro de Rosa Díez (V) Seguir soñando.
  6. UPyD: el chiringuito búlgaro de Rosa Díez (y VI) Ejemplos, ejemplos.
  7. UPyD: El chiringuito búlgaro de Rosa Díez (adenda) ¿Y qué hacer?