El malo de esta película, dicen, es Exxon. «Big Oil», ya sabes; malos, pero malos malos. Si Exxon ha puesto un duro en algo, conspiratio habemus.

– ¿Y por qué Exxon, y no las demás?

Ni idea. Todo el mundo habla de Exxon. Es la obsesión del verderío mundial, que vigila y persigue a la petrolera hasta cuando entra en el cuarto de baño. Y con buenos resultados, parece.

Hoy, ExxonMobil es la única gran petrolera que se sepa que está financiando directamente a los grupos negacionistas. Esta financiación es parte de su presencia continuada en un plan orquestado para crear incertidumbre sobre la ciencia climática [–>].

Los verdes tienen extensos listados donde figuran las organizaciones y los científicos untados por Exxon, cuantías incluidas.

– ¡Coño, Exxon!, ¿y no podrías dejar caer un poco por aquí? Vamos, digo yo.

Al grano, sustanciemos la acusación. Si hablamos de pasta, vayamos a por la pasta.

ExxposeExxon.com nos sitúa:

Organizaciones selectas financiadas por Exxon Mobil para crear desinformación respecto al Calentamiento Global. Una lista de 54 [–>]. Entre 17 y 23 millones de dólares, desde 1998 hasta 2006, pagados a asquerosas organizaciones negacionistas.

– ¿Y es serio?

Pues pongamos un ejemplo – tipo. Lindzen. Es la bestia negra de los verdes. Habrá pocos que hayan estudiado más y mejor la metereología y la climatología [–>] [–>]. Y les duele mucho que sea un escéptico sin complejos. Suelen citar esta frase suya, de 2001:

La prensa frecuentemente liga la existencia del cambio climático con la necesidad del Protocolo de Kyoto. El panel del NAS (National Academy of Science) no se apuntó a esta tesis. Mi propia opinión, consistente con la del panel, era que el protocolo no resultaría en una reducción sustancial del calentamiento global.

Aunque es cierto que Lindzen tuvo mucha influencia en que USA no firmara Kyoto, es sorprendente que les moleste tanto aquella declaración, desde el momento en que los alarmistas y los verdes dicen exactamente lo mismo: que Kyoto no ha reducido las emisiones, y por tanto no puede haber reducido el calentamiento que les quieras achacar al CO2. O sea, acertó, pero hizo mal.

¿Como unta Exxon a Linzen? De una forma bastante sutil. Resulta que Exxon financió, en diez años -según los fiscales verdes, a

  • Cato Institute: 105.000 $ (fue un 0,2% de su presupuesto en 2006) [–>]
  • Annapolis Center for Science-Based Public Policy: 763.000 $ (fue el 20 % del presupuesto en 2006)
  • George C. Marshall Institute: 630.000 $ (fue el 20% del presupuesto en 2004)

Y resulta que Richard Lindzen era consultor científico y económico de uno, experto del segundo, y autor de estudios del tercero. Además recibió dinero en los años 90, ocasionalmente, por algunos trabajos de encargo y por testificar en juicios, para empresas relacionadas con el petróleo.

Tratemos de situarnos. Y hagamos para ello un olvido en la diferencia entre pagar a alguien para que opine algo, y pagar a alguien porque opina algo -le paguen o no le paguen. Después de todo meterse en la cabeza de la gente es una operación solo propia de Garzón.

¿Valen los 2 millones de dólares anuales que le achacan a Exxon para organizar una campaña de conspiración que cree dudas y entorpezca un consenso científico genuino? Es de suponer que dependerá de lo que tenga en contra. Si se tratara de la Sociedad Ornitológica de Almendralejo de la Sierra, y sus conclusiones científicas, parecería muy probable. Habría que saber qué hay enfrente de estos escépticos, para poder tener una idea.

El escándalo del CRU (climategate) viene muy a mano.Figura por figura, tanto Lindzen como Phil Jones son primeras espadas de su respectivos bandos. En realidad Lindzen más. Y hacia los mismos años, Jones recibió financiación por 22 millones de dólares. De una manera muy en «hockey stick», con un ascenso paralelo al ascenso de la alarma climática.

La lista de la financiación completa la puso Lubos Motl en un documento de Google, aquí –>. También se ha ocupado la prensa [–>].

Hay de todo. Extcentricidades políticas, como un encargo de la Unión Europea para un «Establecimiento del impacto del futuro cambio climático en los recursos hídricos de la cuenca del Río de la Plata» (70.000 $). También -¡oh, no!- industria; y de la energía: NERC «Explorando el potencial del análisis dendroclimatológico en el norte de Etiopía»  (30.000 US).

Para irnos situando. Un solo científico alarmista, que es importante, pero que ni de lejos es el alarmismo al completo -Phil Jones, ha recibido tanta financiación, como toda la pasta que le achacan haber invertido en climatología al «Big Oil «.

– Bueno, dicen ahora los alarmistas, la gran diferencia está en el origen del dinero. El de los escépticos es sucio (petróleo), y el de los nuestros limpio (políticos)

– ¿Si? ¡No jodas!

La ecuación es diferente. Un científico del clima puede proporcionar, desde que hay ambiente para ello, resultados que produzcan gran alarma, o resultados poco llamativos. Y la cantidad de financiación que recibirá la ciencia climática, no es en absoluto indiferente a la preocupación que produzcan sus resultados. Estamos hablando de 2 millones de dólares anuales (que se acabaron por la presión verde), contra miles y miles de millones anuales. Estamos multiplicando por encima de mil. Solo el gobierno USA pone en ciencia climática más de 2 mil millones de dólares al año.

Seamos serios. Siempre será una sospecha fundada el pensar que tienes parte de tu corazón en el sitio del que te llega el dinero.Es una motivación, y eso es inevitable. Lo que se trata es de que el juego sea lo más limpio posible. Y el juego consiste en poder contrastar argumentos, para poder tomar decisiones con conocimiento. Lo que necesitas, por tanto, es jugadores motivados en los dos campos. Y la motivación demostrada hasta el momento son dos millones contra muchos miles de millones.

¿Te haces una idea de lo que supone una diferencia de tres órdenes de magnitud? Este dibujo lo representa. Son dos columnas negras, de la misma anchura, una junto a la otra. Una tiene mil píxels (derecha), y la otra uno (izquierda):

Pues esa es la diferencia entre el estímulo a favor del IPCC, y en contra, que están recibiendo los científicos. De hacer hacer caso de las cuentas de los alarmistas.

Sigue a la pasta …

Añadidos:

De The Air Vent:

De Jo Nova:

Del Telegraph:

Nota: El gráfico de la pasta de Jones viene de The Air Vent.