Hoy toca hablar de quien controla a la dirección en UPyD. Y aquí la metáfora cambia; hemos de pasar del chiringuito al búnker magenta.

Bunker-magenta

Pero el truco de guión seguira siendo el mismo; el caso hipotético. Ayer vimos que la dirección tiene grandes herramientas para cometer tropelías [–>]. Imagina que llega el caso de que ya ha cometido demasiadas, y que un número mayoritario de afiliados quiere pedirle cuentas y que se explique, bajo amenaza de moción de censura, que es lo único que les podría asustar. Un inciso, el término anglosajón «impeachment» viene de «bochorno».

– ¿Como se podría hacer algo así con la dirección de UPyD?

Malamente.

La primera opción es esperar hasta el siguiente congreso, 3 – 4 años, y que lo pierdan. Y mientras tanto que sigan haciendo de su capa un sayo.

La segunda es la moción propiamente dicha, que la tendría que llevar a cabo el Consejo Político. Algo parecido al parlamento de un estado contra su gobierno. Con la particularidad de que el «parlamento» de UPyD es un poco especial. Su composición es una mezcla de elección directa de los afiliados y de derecho de pernada (Droit de Seigneur) del aparato.

droit_de_seigneur

Ellos no le llaman Droit de Seigneur, sino derecho de Consejeros Natos. Lo son los 21 miembros del Consejo de Dirección, y los 19 coordinadores territoriales. 40 entre los 150 miembros del Consejo Político. O sea, la «crème de la crème» del aparato incrustada en el CP.

Y no basta este sesgo aparatista que ya tiene de suyo el Consejo Político, sino que además para llevar a cabo una moción de censura del Consejo de Dirección hacen falta 2/3 de los votos. 100 de los 150, pero que son 100 de los 110 elegidos directamente como consejeros del CP. O el 91% de los votos no contaminados por intereses aparatistas.

Parece injusto con Bulgaria hablar de «sistema búlgaro»; a partir del I Congreso de UPyD será más propio hablar de «sistema magenta».

– Pero oiga, señor extremista, ¿y usted que propone?

Solo algo más limpio, con separación de poderes y cierto control del poder. Que el poder ejecutivo tenga mucho poder ejecutivo, pero solo ejecutivo. Algo así como el sistema USA. Ni el Presidente ni los Ministros son miembros de las cámaras. ¿Qué se gana con la vaina esa de los Consejeros Natos? Solo se gana poder sin control. El cocktail perfecto para el atropello.

También podríamos hablar de los coordinadores territoriales y los diversos sanedrines locales. Al final no son más que órganos de gestión poco especializados, pero con gran capacidad para torcer las cosas al gusto del aparato. Sería ideal que fueran cargos de muy poca duración -un año.Con la rotación que eso produciría, implicaría mucho a los afiliados en el día a día del partido. Pero lo que han hecho es justo lo contrario.

¿Habrá añadidos de Barbarita, como ayer? Esperemos.

Añadido: Hoy está vaga la Bárbara, y sin embargo hila fino. Dice:

También podemos hacer una comparativa de como se configura este consejo político en otros partidos… pero yo no la he hecho ¿Sería útil?. En realidad no creo que haga falta. El atropello es atropello, lo hagan otros o no.

Lecturas recomendadas:

La serie “Chiringuito Búlgaro”:

  1. UPyD: el chiringuito búlgaro de Rosa Díez (I) El congreso búlgaro.
  2. UPyD: el chiringuito búlgaro de Rosa Díez (II) El control del afiliado.
  3. UPyD: el chiringuito búlgaro de Rosa Díez (III) El descontrol del aparato.
  4. UPyD: el chiringuito búlgaro de Rosa Díez (IV) La confianza en los héroes.
  5. UPyD: el chiringuito búlgaro de Rosa Díez (V) Seguir soñando.
  6. UPyD: el chiringuito búlgaro de Rosa Díez (y VI) Ejemplos, ejemplos.
  7. UPyD: El chiringuito búlgaro de Rosa Díez (adenda) ¿Y qué hacer?