La broma de los datos y los métodos alarmistas empieza a ser ya demasiado pesada. Parece suficientemente inaceptable que los principales autores del alarmismo climático -como Mann, Steig y Rahmstorf, y las principales revistas «peer-review» -como Science, tengan la mala costumbre de no proporcionar los datos y métodos completos por los que supuestamente se puede llegar a las conclusiones que llegan. ¿Esperan que la ciencia se convierta en un asunto de fe impidiendo la reproducibildad de los trabajos científicos? Pero clama al cielo que los organismos públicos que proporcionan los datos oficiales en los que se basa el IPCC para fundamentar su película de terror escondan sus datos y procedimientos.

Resumiendo. Hay dos organismos principales que se dedican a calcular una temperatura global a partir de datos de estaciones de superficie. Sus productos son Gistemp [–>] (GISS /NASA), y  HADCRU [–>] (CRU / Met Office -El instituto meteorológico británico-).

Cualquiera pensaría que sus datos y métodos de cálculo son públicos y contrastables por quien los quiera contrastar. Estilo ciencia. Pues resulta que no.

Entre los resultados de estos dos productos hay discrepancias, menores. Y sobre todo hay discrepancias entre estos dos productos basados en termómetros de superficie, y los dos productos basados en mediciones desde satálite; UAH / MSU [–>] y RSS [–>]. En geneal los cuatro organismos dan los mismos subibajas de temperatura, la canción general es la misma, pero hay diferencias entre los puntos y, sobre todo, hay discrepancias en la cuantía de las tendencias. Y para poder controlar hasta qué punto lo están haciendo bien o mal los modelos en que se basa el alarmismo, es fundamental averiguar si aciertan en la tendencia, que es lo importante. Por eso hay gente preocupada por saber de donde vienen las diferencias entre unos datos y otros.

Hasta aquí normal. Donde empieza la anormalidad es cuando alguien intenta saber de donde y como saca el Met Office británico lo que produce. Le piden los datos y … ¡nones!

– Que no te doy los datos, tío. Son confidenciales.

– ¿Confidenciales? ¿Ciencia confidencial?

Así es. Esta es la historia. Un poco larga, con mucho detalle, pero interesante. La historia de alguien que quiere saber como se construyen las temperatras globales que proporciona el Met Office del Reino Unido, y no puede porque no le dan los datos. Y se puede seguir, en inglés, en los siguientes artículos:

Y lo que te rondaré …

Pero para quien tenga prisa. ¿Las razones? ¡El interés público!, y acuerdos de confidencialidad con algunos de los organismos que proporcionan los datos al Met Office. En fin, en esos enlaces están todos los alucinantes detalles. Pero el resumen es: ¿se pueden controlar las temperaturas de HadCRUT en las que tanto se basa el IPCC? Respuesta: NO.

nhshgl

Y tal vez otro día hablemos de las temperaturas que da GISTEMP (NASA)